Arreglar las cosas

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Yo, que no soy complaciente con el actual gobierno municipal, tengo una cosa clara. El Concello, señores y señoras, no puede arreglarlo todo. Tampoco puede la Xunta, ni el Gobierno central, cada uno en sus responsabilidades. Los mismos a los que se les ha subido tanto la libertad a la cabeza que le han cambiado el significado a la palabra reclaman, en muchas ocasiones, que sea la administración la que —como esos padres helicópteros que sobrevuelan alrededor de sus hijos— resuelva los problemas que ellos mismos han generado. Algo así como quiero hacer lo que me dé la gana, aunque mis derechos vayan mucho más allá de los derechos de los otros, pero, oiga, no me pida ser responsable y encárguese de lo mío. Quizás esa presión, que cada vez se nota más en esta sociedad que nos estamos cargando, es la que lleva a los responsables de las administraciones a prometer que van a encargarse de cosas sobre las que no solo no tienen competencia. Es que tampoco tienen posibilidad. Lo pensaba con la implicación del Concello de Ourense respecto a las peleas callejeras y, en general, la broza en la que se ha convertido una pequeña parte de la fauna nocturna. Por supuesto, es responsabilidad de la administración que las fuerzas de seguridad asuman en tiempo y forma la gestión de cualquier conflicto de estas características. Pero no podemos pedir ni a los concejales ni a los agentes que se pongan a educar a gente que ya es mayorcita o que se encarguen de sacarles el serrín que tienen en la cabeza. Mucho menos a los hosteleros, a los que esta semana se pedía desde el Ayuntamiento que tomen parte en la cruzada por un Ourense mejor. Lo que les faltaba a los pobres. Lo de no tener una sociedad mediocre va mucho más allá, me temo. Y nos toca todos.