Las fotografías de Cristina García Rodero ilustran el esfuerzo transformador
03 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«No puedes cruzar el mar simplemente mirando el agua». Rabindranath Tagore.
La Fundación La Caixa, incentivando la aproximación de la cultura al ciudadano, pone al alcance del espectador actividades innovadoras para estimular el conocimiento, el interés y la curiosidad como integradora y generadora de espacios y punto de encuentro de diferentes culturas, sacando el arte de las salas de exposiciones a la calle, devolviendo al gran público una democratización del espacio y la creación en el contexto urbano además de la difusión y visibilización de la obra de nuestros grandes artistas.
Desde la libre plataforma de la calle, Caixa Forum trae a las avenidas de Ourense, lugares de paso, encuentro y tránsito, el descubrimiento de las magníficas fotografías de la famosa fotógrafa, profesora e investigadora, Cristina García Rodero.
Porque la cultura no se puede silenciar como no se puede dominar la corriente de un río y a pesar de lo literario de los dos minutos de odio que en 1984 de Orwell, adoctrinaba en lo mezquino desde el autoritarismo y el espectáculo oficial, es ominoso el desprecio institucional y resulta tan abominable como próximo a Un mundo feliz de Huxley ante un pueblo aletargado y distraído, pasivo, permisivo, ausente. Por eso hay que tomar conciencia para que no nos arrebaten la libertad de pensar ni de sentir, de crear. Porque un pueblo culto es un pueblo libre que no se deja manipular por un poder manejado por mercaderes demagogos y tratantes de ganado.
Caixa Forum inunda la Avenida de Pontevedra con el color, ilusión, exotismo y superación de los protagonistas de Tierra de Sueños, una excelente serie fotográfica de Cristina García Rodero, que, a través de su mirada traslada el esfuerzo y la capacidad corporativa y solidaria de las mujeres como motor de la transformación social y económica de las comunidades de Anantapur, poniendo de manifiesto este trabajo y su poder de cambio en la renovación del entorno donde se desarrolla, una de las zonas más desfavorecidas de la India. La Fundación La Caixa contribuye a erradicar la pobreza de estas comunidades desde 2001, realizando y apoyando acciones y proyectos de ayuda humanitaria en colaboración con la Fundación Vicente Ferrer.
La amplia trayectoria de la artista visual Cristina García Rodero está avalada por su gran experiencia y compromiso, investigando todo tipo de tradiciones y festividades populares y paganas en Galicia y España, es magnífico y sorprendente el libro catálogo La España Oculta, 1989, Premio en el Festival de Fotografía de Arlés y además de otras múltiples consideraciones y premios por su ardua labor cultural e implicación como embajadora de la cultura y el lenguaje visual. Se unió a la prestigiosa Agencia Magnum en 2005, siendo la única española desde 2009 miembro de pleno derecho y le fue otorgado el Premio Nacional de Fotografía en 1996.
Artista con caligrafía propia, asimila las distintas manifestaciones culturales, interesándose por la documentación de los procesos con su mirada única, visibilizando gestos y problemáticas y luchando activamente por los derechos humanos, alzando la voz por aquellas otras silenciadas.
Cristina García Rodero inmortaliza esa esencial transitoriedad del ser humano, esa fragilidad como condición, presentándonos a los Dálits de Anantapur, antes desconocidos, hoy los protagonistas de un futuro que les pertenece por haber creído que era posible, construido con la ayuda de la Fundación Vicente Ferrer y convertido en rostros, miradas e historias, nombres propios gracias a la sensibilidad y al archivo de una de las más brillantes y lúcidas creadoras visuales del s.XXI. Cristina Rodero fotografía en el Hospital de Kalyandurg a una mujer que tras dar a luz, cubre sus oídos con un pañuelo. Además del resfriado se protege contra los malos espíritus. Anjali cocina para su hija y nietas, su sari verde la identifica como trabajadora de la Fundación Ferrer, que entrega diariamente alimentos a más de 42.000 personas para compensar el déficit de nutrientes. Nagamani, con discapacidad visual, intenta reconocer a su compañera de la escuela Bukaraya Samudram, bajo la atenta mirada de un ágil macaco. Imágenes de reverberante colorido e inmensa ternura como Nandini delante de la pizarra, Nissi, Shirvani en el día de su boda, Nandini B, la niña albina; a algarabía infantil de los juegos en el patio de una madrasa en Kadiri, festividades hindú, saris ceremoniales y solidaridad.