«Hemos pasado de que cada positivo en coronavirus de Ourense nos dé 4 contactos estrechos a 15»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Ana Isabel González es la jefa del servicio de Alertas Epidemiológicas en Ourense
Ana Isabel González es la jefa del servicio de Alertas Epidemiológicas en Ourense Santi M. Amil

El servicio de Alertas Epidemiológicas ya rastrea 7 días atrás, como se hará en toda Galicia en una semana

30 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La curva de casos activos de coronavirus en el área sanitaria de Ourense lleva semanas en un continuo sube-baja que evidencia que estamos en la cuarta ola, y que esta viene con mucha menos fuerza que las tres anteriores. En el caso de la ciudad, la tendencia es de subida; y en apenas 5 días ha crecido la incidencia un 40 %. De los 65 casos que había el domingo se ha pasado a 92. No es una situación preocupante, porque la capital registra fundamentalmente brotes familiares y también recoge a mucha gente que tiene la tarjeta sanitaria asociada a Ourense pero que se ha contagiado en otros ayuntamientos (porque viven en la ciudad solo de lunes a viernes, o van únicamente a trabajar, por ejemplo). No preocupan las cifras totales, sino la explosión de los contagios. «Cada vez que entrevistamos a un positivo, vemos que la cifra de contactos estrechos que nos da va subiendo progresivamente», explica Ana Isabel González, jefa del servicio de Alertas Epidemiológicas en Ourense.

El cambio viene dado por la relajación de las restricciones y ante la falsa sensación de seguridad que da el avance en el proceso de vacunación. «Nos estamos relajando, en cierto modo porque la situación nos lo permite; y hemos pasado de poder estar solo con convivientes a ver a amigos, a salir con los del trabajo a tomar algo, quedamos para salir a cenar...», explica González. Y esta ampliación en nuestra vida social se traduce en los casos que se generan si hay un contagio. «Cuando hay un positivo, la posibilidad de nuevos casos sube. Si yo he estado con cuatro personas, como mucho el brote llegará a cuatro, pero si he estado con 15 y esos 15 han estado haciendo vida normal entre que estuvimos juntos y yo doy positivo... las posibilidades de más contagios aumentan», explica la experta.

Ahora no está habiendo la explosión de casos que se produjo tras la Navidad, pero ha subido mucho el número de contactos estrechos. «Si antes la gente te daba 4 o 5 nombres, ahora te dan 10 o 15», cuenta González. Hay una falsa sensación de seguridad ante la vacuna, añade, que hace que la gente relaje las medidas y se reúna sin mascarilla y sin guardar las distancias, en un sitio sin buena ventilación. No debería ser así, porque en el servicio de Alertas Epidemiológicas han constatado que hay gente vacunada (sobre todo con una dosis puesta, pero también con las dos) que se ha contagiado. Y que ha transmitido el virus. «En la mayoría de los casos es gente asintomática que detectamos siguiendo contactos estrechos de un positivo anterior, y analizando los datos -fiándonos de los que nos dicen- vemos por ejemplo que un hijo infectó a su madre, ya vacunada, y que esta contagió a otro hijo». Y añade: «Desde el punto de vista epidemiológico el riesgo no ha bajado, sino que es alto».

González es crítica cuando oye hablar de comuniones o fiestas de cumpleaños. «¿La gente no se da cuenta de que juntar a 20 personas es un riesgo? Son comidas con familiares o amigos, en las que en cinco minutos ya sale un ‘ya te sirvo’ o ‘ya te lo traigo yo’; y es un peligro», añade.

Sobre el anuncio de la Xunta de que en una semana comenzarán a rastrearse los contactos estrechos de cualquier positivo hasta siete días atrás (y no dos, como se venía haciendo), González dice que en la provincia ya se aplica esa horquilla temporal desde febrero. «Si la gente identifica bien a sus contactos, incluso podemos ir hasta los diez días», señala. Y funciona: «Estamos detectando casos».