«El taekuondo es un deporte de base ideal para los más pequeños»

OURENSE

Santi M. Amil

Tito González y el Centro Deportivo Couto han encumbrado a varias generaciones de jóvenes deportistas ourensanos

08 mar 2021 . Actualizado a las 14:52 h.

Varias hornadas de brillantes deportistas han situado al Centro Deportivo Couto como una de las formaciones más emergentes en el panorama del taekuondo nacional en categorías de base. Y al frente de esa eclosión está el hombre que creyó en su propio sueño profesional, Modesto González Arias. Tito, así lo conocen alumnos y compañeros, ubicó su gimnasio en la rúa Juan de Anges, una de las arterias del populoso barrio ourensano. En poco tiempo, lo convirtió en una auténtica cuna de campeones.

«Al poco de abrir ya tuvimos a Jorge Vázquez con el título nacional y con presencia en el campeonato de Europa. Daniel Mayo fue otro excelente competidor, que llegó al Mundial júnior de Corea, pero después de su primer campeonato de España en esa categoría se cruzó con Joel González, entonces desconocido y hoy doble medallista olímpico. Tuvimos otras generaciones muy buenas con los nacidos en el 1998 y 1999, los logros de Fátima Martínez y Martín Conde en el europeo de clubes, aunque quizás llamó más la atención reunir más continuado a tres internacionales como Ainhoa García, María Ferreiro y Diana Siota. Lástima que con la pandemia casi se han perdido entero un año júnior», explica Tito González, quien tampoco duda a que el único secreto es «sumarle a su enorme talento muchas horas de trabajo, además, cuando coinciden deportistas de este nivel, unos van tirando por los otros».

En esa línea González Arias rescata la anécdota de la pujante Ainoha García: «Se desarrolló muy pronto y, cómo era más alta que los demás, le exigía mucho en los entrenamientos a chicos y chicas. Ahora en el equipo masculino son más fuertes y potentes, por que son ellos los que le exigen un mayor esfuerzo y la ayudan a progresar cada día».

Pero todas esas sesiones preparatorias tienen un fundamento formativo que el mismo Tito sitúa en una edad muy temprana: «Yo creo que lo ideal para comenzar a practicar taekuondo es hacerlo a los tres años. Tenemos un grupo que va de ahí a los cinco años, en el cual trabajamos mucho la psicomotricidad y la coordinación de los niños, todo mientras se divierten. Es un deporte de base ideal para los más pequeños, porque además les ayudan a desarrollar muchas actividades en grupo que fomentan el espíritu de equipo. También se adapta a lo que buscan muchos padres a esa edad, que el niño se ajuste a una cierta disciplina, otro factor importante en este mundo de las artes marciales».

Santi M. Amil

También aclara el fundador del Centro Deportivo Couto que la competición es una vertiente que puede recomendarle a sus alumnos, aunque la voluntad de cada uno es la máxima prioridad: «Cada club tiene su forma de trabajar. Nosotros le damos a los alumnos lo que ellos piden. Nuestras clases son normales, se adaptan a aquellos usuarios que simplemente quieren especializarse en un arte marcial y que no están interesados en absoluto por competir, teniendo en cuenta que incluso para formar parte del equipo hay varias modalidades».

Así explica también lo mucho que pueden llegar a divertirse los más jóvenes en exhibiciones organizadas por el gimnasio: «Lo disfrutan, mostrando sus habilidades y algún rompimiento o retos que han ensayado, a ritmo de la música y siguiendo una pequeña coreografía».

Tampoco se olvida la progresión en el apartado de Técnica del joven Lucas Alonso y hasta de la Máster Esperanza Fernández: «El de ella es un caso peculiar, porque empezó tarde a practicar el taekuondo y, aunque a sus años es difícil seguir progresando, ella lo hace porque es constante. Tiene que pasar algo muy grave para que se pierda un entrenamiento». Al final tendrá razón Tito. En el Centro Deportivo Couto no hay más secreto que unir el talento con una óptima disciplina de trabajo.