«La gente pide algo rápido y sencillo para comer en el coche o en el trabajo»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Regresan los táper y los bocadillos para llevar en los restaurantes de menú del día en el primer día de cierre hostelero

28 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La hostelería ourensana se reencontraba este miércoles con un duro escenario provocado por las restricciones del covid-19. Fueron muchos, al igual que sucedió en noviembre, los que optaron por cerrar temporalmente. Otros, sin embargo, apuestan por probar con el servicio a domicilio y para llevar. Volvieron, por tanto, las imágenes de colas en las puertas de las cafeterías para cogerse un café de camino al trabajo y de los restaurantes para llevarse el bocadillo o el táper en la pausa del mediodía. «Es una pesadilla», aseguraba contrariado un cliente de una cafetería de la capital.

Especial trasiego de pedidos para llevar hubo en el primer día de las nuevas restricciones en el área industrial de Ourense. En el corazón del polígono de San Cibrao das Viñas, eran muchos los trabajadores que al mediodía se acercaban hasta la cafetería Asociación para llevarse su pedido. El sistema ya está perfeccionado de cuando se cerró por la segunda ola. Hay grupos de WhatsApp para enviar los menús, incluso categorizados por empresas, y a partir de ahí se realizan las comandas que van saliendo. «En este primer día tenemos más menús que bocadillos, aunque es cierto que la gente al no poder sentarse en el comedor para comer suele preferir algo rápido o sencillo de comer en el coche o en el trabajo», explica Elena Fernández, de la cafetería Asociación.

La demanda ha bajado casi a la mitad con respecto a un día normal de las últimas semanas. La comparativa con las buenas épocas, la hostelera prefiere ni hacerla: «Con tantas restricciones la gente viene desorientada. Ahora, por lo menos, es para todos los municipios igual. Antes venía gente pensando que esto era Ourense y se quedaban en la terraza, porque pensaban que no podían entrar».

En un área de descanso del área industrial está Lorenzo Novoa, camionero que trabaja como autónomo. Apura un menú del día. «Hai moita xente que opta polo bocadillo, pero eu prefiro comer algo quente. Esta situación provoca unha gran incerteza. Menos mal que vas arranxando cos táper», señala.

MIGUEL VILLAR

En septiembre del año pasado reabría el restaurante La Zamorana, situado en San Cibrao das Viñas. Javier Rodal es su dueño y cocinero. En este tiempo han logrado una fiel clientela a la que preparan sus menús para llevar con cubertería de restaurante. Tienen un menú del día por diez euros y bajo encargo codillo o jarrete para el fin de semana. «Con la experiencia del primer cierre ahora tenemos un sistema mucho más dinámico. A base de palos uno se va curtiendo, aunque siempre mantenemos el optimismo», señalan.

Su clientela se nutre, principalmente, de comerciales y trabajadores del Parque Tecnolóxico de Galicia.