Controlar los miedos

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez A BOTE PRONTO

OURENSE

22 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya lo dijo una vez Woody Allen: «El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro». El pequeño neoyorquino es así, se come el coco con las debilidades de los hombres y hasta crea arte con ellas. Este 2020 nos dimos de bruces con muchas de esas flaquezas y, simplemente, las gestionamos como pudimos.

Me gustaría argumentar que fui de los que pudo dejar sus miedos a un lado, pero la sinceridad exige reconocer que hubo momentos más bajos de lo deseable. Aún sí, como me gusta repetir, mezclarme entre los deportistas siempre ayuda a sentirme un poco más joven, al menos en lo que respecta al espíritu, porque en el exterior la cadera se empeña en decir lo contrario.

Aún recuerdo a más de un atleta enjaulado en casa, mandándonos fotos mientras quemaba la cinta y hasta trotaba por el pasillo. Los preparadores físicos se reinventaban una y otra vez, ideando rutinas de mantenimiento y ganándole tiempo al tiempo, con la mente puesta en una nueva pretemporada. Los gimnastas volvieron lo antes posible y articularon sus propios protocolos, para evitar cualquier complicación.

Buena parte de ellos cumplieron sus objetivos y otros ni siquiera han empezado, pero toca seguir alerta. Que si la nueva cepa del virus, que si los riesgos de las reuniones familiares, que si esto, que si aquello. El caso es que la batalla continúa y, aunque también debemos combatir nuestros temores, conviene ser responsables y no pecar de osados. Ya falta menos y nuestro miedo no es como el de Woody Allen. Al final se irá con otro.