El Concello rechaza recortar o ampliar el horario de cierre de las terrazas

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

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Terrazas en la capital ourensana
Terrazas en la capital ourensana Santi M. Amil

La instrucción para agilizar los permisos, aprobada ya por el ejecutivo local

18 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las medidas propuestas por el Concello de Ourense para ayudar al sector hostelero en el actual contexto de crisis por la pandemia está la creación de una instrucción que regule la autorización de nuevas terrazas en la vía pública. Esa norma fue aprobada este jueves en la reunión semanal de la Junta de Gobierno Local y entrará en vigor en cuanto se publique en el Boletín Oficial de la Provincia, en los próximos días. Previamente, el Ayuntamiento abrió un plazo de exposición al público y alegaciones, pero la mayor parte de las presentadas han sido rechazadas.

Destacan las tramitadas por dos entidades, una en representación de los empresarios del sector (la Unión de Hosteleros Ourensanos) y otra en representación de los vecinos del casco viejo (la asociación O Cimborrio). En muchos casos sus propuestas iban en dirección contraria, como por ejemplo en relación a los horarios de funcionamiento de las terrazas. Unos pedían ampliar el cierre hasta las 3.00 horas en el mejor de los casos y los otros lo que querían era reducirlo hasta las 23.00 horas.

En ambos casos las alegaciones fueros desestimadas. «O horarios previstos xa son suficientemente amplos», explica el informe elaborado por el city manager, Francisco Cacharro, en respuesta a los hosteleros, a quienes precisa que las normas establecidas buscan «garantir o dereito ao descanso e a un medio ambiente adecuado da veciñanza». Por otra parte, a la asociación O Cimborrio -que alertaba de posibles excesos de ruidos- les responde que «non se estima posible presumir de antemán que as terrazas vaian necesariamente incumprir ese obxectivo». Además, recuerda que la instrucción ya prevé reducir los horarios generales si se comprueba que se generan molestias a los vecinos.

En resumen, todas las alegaciones presentadas por O Cimborrio fueron rechazadas, en la mayor parte de los casos porque sus propuestas excedían el ámbito de aplicación de la instrucción. Reclamaban, por ejemplo, la instalación de un sistema de control acústico y la revocación inmediata de las licencias de todas las terrazas que generasen problemas. «A mera existencia do conflito non pode dar lugar á revogación dunha licenza», les dice.

También fueron desestimadas la mayor parte de las alegaciones presentadas por los hosteleros. Estos pedían, por ejemplo, ser informados de cualquier denuncia vecinal y querían conocer la identidad de la persona denunciante. Alegaban que, en muchos casos, el ruido lo producían las personas que estaban en las inmediaciones y no la actividad de los locales. «Non se entende esta alegación dado que unha denuncia que logo se constata que se refire a feitos non imputables ao establecemento non pode causar ningún prexuízo ao dito establecemento», responde Cacharro.

Rápido y legal, según el alcalde

En definitiva, la instrucción ha sido aprobada con escasas modificaciones en este último trámite de alegaciones y «por primera vez en décadas habrá una herramienta para dar nuevas terrazas en la hostelería de forma rápida y legal», explicó Jácome, que anunció que inmediatamente se iniciará la tramitación de una ordenanza definitiva que regule el uso del vía pública por parte de los veladores.

Jácome avanza en sus planes con el Santa María Goretti

La Junta de Gobierno Local en la que se aprobó la instrucción de veladores sirvió también, entre otras cosas, para avanzar en los planes del ejecutivo en relación al colegio Santa María Goretti. Se acordó no impugnar el contrato de compraventa firmado en su día. La intención del gobierno liderado por Gonzalo Pérez Jácome es recurrir a la vía de la expropiación. En la misma sesión se acordó indemnizar a las entidades que gestionan los servicios municipales del centro de día, la sala Valente y el claustro de San Francisco por el tiempo que el coronavirus cerró esas actividades.