En plena pandemia, abonados a distintas plataformas digitales y con las horas de asueto confinadas por orden ministerial, las series, el deporte y hasta los documentales se han convertido en pasatiempos top. Y ya no es una cuestión generacional.
Casi hay para todos los gustos, aunque por deformación profesional me quedo con los que tienen por medio algún balón. Conocer los entresijos de la emergente carrera de Michael Jordan, desde su llegada a los -entonces perdedores- Bulls; el adiós de ídolos como Andrés Iniesta o el niño Torres y hasta la influencia de Maradona en un club como el sureño Nápoles.
En el vestuario del Envialia se hizo famoso también el primero de los Cuadernos de Entrenador, el dedicado a los Celtics de 1998, según la experiencia de su técnico Doc Rivers. Ahí es nada el triunfo de un equipo que jugaba con el peso de la leyenda a sus espaldas y consiguió llevarse el título de la NBA, después de 22 años de sequía. El talentoso Kevin Garnett, el francotirador Ray Allen y el indomable Paul Pierce dejaron atrás sus egos para jugar en equipo y el nexo de unión fue la filosofía Ubuntu.
Los más observadores habrán visto el palabro, convertido en mantra, en las redes sociales del equipo femenino de fútbol sala. Las etnias zulú y xhosa (la de Nelson Mandela) lo convirtieron en un estilo de vida y prima el colectivo sobre el individuo: «Si todos ganan, tú ganas». Qué mejor motivación para un equipo que durante años ha demostrado su competitividad. Y más en un momento plagado de escollos como el actual. Lo dijeron los Celtics y Madiba. El Envialia y yo nos apuntamos.