Con ellos, todo sabe mejor

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

Los chefs Luis Romaní, Begoña Vázquez y Fran Domínguez apuestan por la vuelta a los restaurantes

24 ago 2020 . Actualizado a las 11:21 h.

¿A qué sabe el verano en Galicia? A pimientos de Padrón, a atún de Burela, a tomate recién cogido de la huerta. A navajas a la plancha, a almejas a la marinera o a pulpo á feira. A chipirones fritos y a cualquier godello de la tierra que los riegue. «A ensaladilla rusa ben fresquiña», dice la chef verinense Begoña Vázquez, al frente de la tapería O Souto das Candeas y del restaurante Regueiro da Cova. Sus comensales, esta temporada se quedan con las zamburiñas. «Agótanse nuns días, nunca me pediran tantas racións delas», afirma. Entre tantos platos ricos es muy difícil identificar a qué saben las noches veraniegas gallegas y sin embargo, los grandes cocineros de la provincia ourensana coinciden en que, en cualquier caso, es a productos autóctonos y de calidad. «También sabe a tradición y a mimo. Ponemos mucha intención e implicación en la comida que elaboramos», explica Luis Romaní, jefe de cocina de Sybaris 2.0. El covid-19 se encargó de dejar sin el sentido del gusto a miles de personas durante el estado de alarma, por desgracia sigue afectando a otros tantos actualmente. Recordar los matices del sabor y el valor de compartir la mesa es lo que quiso hacer Aceites Abril con su campaña Todo vai saber mellor, lanzada a partir del confinamiento. ¿Los protagonistas? Los artistas encargados de crear esas elaboraciones de las que emanan el sabor a bienestar, a reencuentro, a buena compañía y a aprovechar el momento: los chefs de Cociña Ourense. Sus caras visten ahora las botellas de Abril, pero también cómplices y sonrientes aparecen de dos en dos en enormes vallas publicitarias a la entrada de distintos puntos por toda Galicia. «Pareceume unha idea bonita cunha mensaxe importante que queriamos transmitir a todos», dice Begoña. «Nos llevamos muy bien y este proyecto ha sido una buena oportunidad para reencontrarnos y divertirnos juntos», dice Luis, que comparte cartel con Fran Domínguez, alma y corazón de Pacífico. Los tres admiten, entre risas, que su fama no llega a que les paren por la calle, «ni siquiera en el súper».

La comida es felicidad

Además de la visibilidad y lo emotivo de la experiencia, para estos profesionales de la cocina el significado del «saber mejor» va mucho más allá, en un momento tan complicado para la restauración como el actual. «La comida es felicidad en todos los aspectos. Esas dos horas que estás sentado en las mesas de nuestros restaurantes nosotros te ayudamos a que te olvides de todo lo que hay alrededor y te centres solo en lo que estás comiendo y en con quién lo comes. Es un rato de evasión, de desconexión, de fuera mascarillas y vuelta a la normalidad. Es nuestro granito de arena, lo que podemos aportar a la situación que estamos viviendo y lo hacemos con mil ganas cada día», explica Fran.

Los tres chefs ourensanos dicen haber sacado un lado positivo del confinamiento. «Na hostalería non se para e esta situación obrigounos a facelo. Creo que necesitaba descansar e agora sinto que cociño mellor que antes», afirma Begoña. Luis y Fran le dan la razón. «Al frenar de golpe, y más por una situación así, descubres el auténtico valor de las cosas», dice el dueño de Pacífico. Esto les ha ayudado a llegar con fuerza al verano y todavía se siguen emocionando en el reencuentro con clientes.

Durante el estado de alarma, en la casa de Begoña la tortilla se convirtió en plato estrella; la cuchara fue protagonista en la mesa de Fran; y en la de Luis el menú se iba creando a petición de su novia. La vuelta les sabe mejor porque es regresar a sus cocinas y a expresarse en deliciosas elaboraciones que su público disfruta con los cinco sentidos. Porque con covid-19 o sin él, en la vida también siempre es mejor no dejar nada en el plato. Algo que ellos ponen fácil.