Óscar Varela es aficionado a la gaita y se la trasladó a toda su familia
08 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Óscar Varela es un ourensano, natural de Vilar de Ordelles, en Esgos, que vive con su familia en la calle Samuel Eiján. Aficionado a la gaita de toda la vida, llegó a tocar en la banda de su concello natal pero hace más de veinte años abandonó su pasión. «Las prisas del día a día hicieron que lo fuese dejando y al final aparqué la gaita», explica. Pero el confinamiento ha provocado que retomase la música. Lo ha hecho con ayuda de sus hijas, Carmen y Julia, y de su mujer, Anabel Rodríguez; y desde el balcón de su casa en la calle Samuel Eiján. «Las peques van a clase de pandereta y de percusión así que se nos ocurrió tocar un poco juntos a la hora de los aplausos», dice Óscar.
La cosa no fue tan sencilla. Lo primero que tuvo que hacer este ourensano fue desempolvar su gaita y arreglarla. «Cuando ya pensaba que la tenía lista, el primer día que tocamos se me rompió la palleta así que tuve que pedir por Internet una nueva», relata. Eso hizo que al comenzar el estado de alarma no hubiese actuación, pero desde entonces hay varias a la semana. «Mi mujer se encarga de aplaudir a los sanitarios y después nosotros tocamos alguna pieza divertida y animada, las niñas a la pandereta y yo a la gaita», dice. Para las pequeñas de la casa es toda una alegría poder disfrutar de la música en compañía de su padre y a Óscar se le cae la baba: «La verdad es que las dos son tremendas artistas y nos lo pasamos genial. Es una forma de pasar un rato entretenidos, toda la familia junta». Los vecinos ya han mostrado su entusiasmo con las actuaciones, que a veces dan a la calle y otras al patio interior. «Creo que la gaita se lleva en el ADN y estoy feliz de haberla retomado», termina.