El «chacachá» del tren

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

28 oct 2019 . Actualizado a las 14:21 h.

No está bien que lo diga pero hace años que no profundizo en los plazos de la llegada de la alta velocidad a Galicia. Mientras tanto, me limito a comprarme un libro y un par de sándwiches y a descargar una serie cada vez que viajo en tren a Madrid. Yo, a la alta velocidad, ya ni la espero. Desde aquel 2009 que nos había prometido Aznar, con el Plan Galicia para el bajo brazo, coitados, han pasado ya diez años así que me parece una broma (mala) el juego de fechas que se han traído los sucesivos gobierno a costa del tren. Y a costa nuestra.

Produce un poco de sonrojo estos días ver cómo los partidos políticos que han tenido la responsabilidad de conectarnos a los gallegos con el resto de España se cruzan fechas, acusaciones y argumentos. Mientras tanto, nosotros seguimos con la maletiña en la estación, dispuestos a cinco horas de chacachá del tren. Chacachá se parece mucho a cháchara, por cierto, y a eso suenan demasiadas veces las declaraciones de los políticos a costa de la alta velocidad.

Después del 2009 vinieron otras fechas. Que si el 2012, que si el 2015, que si el 2018, que si el 2019... Y aquí estamos. Aquí seguimos. Y ahí siguen, que es lo peor, los que no viajan precisamente en tren, sino en coche oficial, y quizás por eso han convertido la llegada de la alta velocidad en un debate político en lugar de en una promesa cumplida, en un compromiso con los gallegos, en un poquito de vergüenza torera.

Por todo esto me resulta curioso que ahora Feijoo se asuste por un retraso hasta el 2021. Y que el ADIF diga que trabajan día y noche. Esperando ellos, desesperando nosotros.