El pequeño comercio se moderniza

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Pequeñas tiendas montan páginas web para intentar buscar nuevos clientes

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Comercio electrónico, redes sociales o incluso Internet son todavía términos en desuso en muchas pequeñas empresas gallegas. Según los datos del INE, solo el 30 % de los negocios con menos de diez empleados dispone de conexión a Internet en el centro de trabajo y además posee una página web para mostrar sus productos. Es, sin duda, una cifra escasa que, en el caso de la provincia, evidencia una carencia importante en un momento en el que las nuevas tecnologías pueden ayudar a mejorar la cuenta de resultados de cualquier negocio.

También en el comercio, un sector con mucho peso que en los últimos meses está dando pasos importantes para apuntarse a las nuevas tecnologías. Hoy en día ya se puede comprar cualquier cosa desde un móvil y conscientes de ello los pequeños empresarios van dando pasos hacia la puesta en marcha de plataformas de venta electrónica que les permitan buscar clientes más allá del entorno tradicional de venta. Aunque desde las asociaciones no se manejan datos sobre cómo avanza la modernización del sector, la realidad es que ya hay muchos ejemplos de pequeños comerciantes, algunos con mucha experiencia, que han apostado por esta alternativa, o están a punto de hacerlo. Para todos dar este paso supone un esfuerzo económico importante, no solo por el gasto de montar la web, sino también por el coste que tiene mantenerla a diario y conseguir que esté bien posicionada. Y es que no solo hay que estar en Internet. También lograr que el público te encuentre.

Las redes sociales, otra plataforma para mostrar productos y hacer operaciones

Montar una página web es una alternativa pero también existen otras fórmulas para que un comercio situado en un barrio de una capital o de un pequeño municipio pueda vender su mercancía sin limitaciones geográficas. Es el caso de las redes sociales. Facebook e Instagram son para muchos pequeños empresarios un escaparate en el que mostrar sus productos, pero también se han convertido para algunos en plataforma de venta. Lo es para Marian Moreiras, propietaria de Miss Philippa, un negocio de ropa femenina. «Para mi resulta fácil y además es una vía más personal», asegura esta comerciante, que valora la inmediatez a la hora de permitirle mostrar las novedades que le llegan a la tienda. «Hago las fotos con el móvil y en un minuto las subo a la red, todo es muy sencillo y además sin coste alguno», advierte, destacando también que «la gente quiere que las aconsejes sobre un producto, busca la posibilidad de comunicarse». En estos casos la venta requiere siempre que la clienta se ponga en contacto, mediante mensaje o llamada con Marian, para hacer el pedido. Los pagos, en su caso, se gestionan mediante transferencia. Está muy satisfecha con esta fórmula. «Mi experiencia es buena, lo utilizo desde que abrí, hace tres años, y vendo en toda España», asegura.

«Estamos tan mal que tenemos que buscar otras alternativas»

Anna Mosquera ha decidido apostar por el comercio electrónico son el negocio que lleva su nombre y que regenta desde hace doce años. Después de meses de mucho trabajo, asegura, y de una fuerte inversión económica, la página web se podrá en marcha a partir del mes de diciembre. «Hoy en día la mayor parte de la gente compra por Internet, y el pequeño comercio está tan mal que tenemos que buscar otras alternativas», explica la comerciante, que admite que ha tenido que contratar a una persona para que gestione la nueva plataforma. «Todo el proceso es bastante complicado, pero me apetece dar este paso porque quiero que el negocio tenga una imagen más moderna y podamos estar al alcance de mucho más público, también fuera de Ourense. Es una forma de demostrar que los pequeños negocio también nos movemos, y lo hacemos todos nosotros», advierte.

«La web es un apoyo al negocio, pero no es lo que nos da de comer»

Sandra Ferro tiene una tienda de ropa y ha sido una de las empresarias ourensanas pioneras en montar una plataforma de venta electrónica, lecarrouselboutique.com. La puso en marcha en 2013. «Internet es un mundo aparte, tienes que invertir mucho tiempo y dinero», aclara la comerciante, que advierte que «las webs hay que moverlas y posicionarlas». En su caso, cuenta que la puso en marcha por imagen. «Nos ayudaba y apoyaba la venta en tienda, con operaciones comerciales fuera de Galicia», asegura. Más recientemente Sandra decidió que debía hacer una apuesta más fuerte por esa parte del negocio y contrató a una persona para que la llevara, pero es realista. «Las que funcionan son las grandes, que tienen mucha gente detrás. A nosotros nos va mejor ahora, es un apoyo, pero no nos da de comer», dice. Tiene claro que «la clave es estar encima, pero cuesta mucho».