Aquí no hay quien aparque... bien

Cándida Andaluz Corujo
CÁNDIDA ANDALUZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La Voz sale en busca de una plaza de aparcamiento en las horas punta en las zonas con más flujo de tráfico

12 may 2018 . Actualizado a las 11:28 h.

Aunque en esto de aparcar siempre hay quien tiene mucha suerte, lo cierto es que existen lugares de la capital en los que es necesario armarse de paciencia y de tiempo para dejar el coche bien estacionado. El primer destino es la residencia. Son las 10.40 horas y accedemos al centro hospitalario desde Serra Martiñá. En la rotonda hay un coche aparcado y el tráfico es constante pero se circula bien. Doblamos hacia Cruceiro Quebrado. Una línea amarilla impide aparcar, aunque hay coches estacionados que salen y entran de manera continua. Salimos a la calle A Saínza y regresamos por Ramón Puga. Coches en doble fila y poco movimiento. Han pasado diez minutos y hay que repetir la ruta. En esta ocasión nos metemos hacia el edificio nuevo. Todo ocupado, incluso la entrada, todavía cerrada, al párking. De repente una mujer entra en uno de los coches para salir. Y en ese instante un grupo de conductores ponen el intermitente. Todos queremos aparcar, aunque sea mal. No lo conseguimos. Antes de tomar la determinación de ir al párking de pago, intentamos entrar en el público de tierra por el que se accede desde Serra San Mamede. Y nos metemos en una trampa. Poco espacio, firme lleno de baches e imposibilidad de salir. Solo marcha atrás. Ya son las once y diez de la mañana y no hemos encontrado aparcamiento.

La siguiente cita es la estación del tren. Llegamos por la avenida de Jesús Pousa, la de la policía local, en donde hay pocas plazas. Y decidimos probar por la calle San Rosendo. Al final de la misma vemos un aparcamiento. Es tarde, otro conductor espera. Volvemos por la calle Euloxio Gómez Franqueira. Los coches aparcados a la derecha ocupan parte de uno de los carriles, pero parecen llevar aparcados bastante tiempo. Nos metemos por San Paio. La zona de carga y descarga -son las 11.30 horas de la mañana? está llena de coches. Y regresamos por San Rosendo. ¡Suerte! Un coche sale. Han pasado diez minutos y por fin pudimos aparcar el coche en un lugar seguro.

Probamos en los nuevos juzgados. Las plazas habilitadas junto al edificio están ocupadas. Y aquí, ya se sabe, por mucho tiempo. Los funcionarios de justicia son los que las utilizan desde primera hora y no las dejan libres hasta que acaban el turno de trabajo. Por eso seguimos por la calle Velázquez. Y nos dirigimos, sin suerte, hasta Ervedelo, para regresar por Prego de Oliver. Es mediodía y encontramos, siete minutos después de pasar frente a los juzgados, no solo un aparcamiento, sino dos.

La siguiente cita es en la avenida de Zamora. Desde O Posío hasta la rotonda con A Saínza no hay ni un hueco. Y el regreso lo hacemos por la calle Bonhome, con aparcamiento por solo una de las vías, aunque se ven coches subidos a la acera. Vemos un hueco en una calle que baja, pero es dirección prohibida. Damos la vuelta en cuanto podemos y, ¡mala suerte!, ya lo han cogido, Pero, de repente, otro hueco vacío. Aparcamos en 10 minutos.