Arquitectura con sello familiar

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El hospital, la comisaría provincial o el balneario de Laias llevan la firma Garayzábal

02 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El hospital Santa María Nai, la comisaría de la Policía Nacional o el balneario de Laias son tres obras arquitectónicas que tienen un nexo en común. En los bocetos que acabaron en proyectos de referencia está el sello de Luis Garayzábal Enjuto (Madrid, 1943). En los dos primeros trabajó en colaboración con otros arquitectos de renombre en la ciudad y en el caso de la instalación balnearia trabajó ya codo con codo con su hijo Luis Garayzábal Pedrosa (Madrid, 1970). La trayectoria del padre comenzó en Madrid, su lugar de nacimiento y donde estudió la carrera de arquitectura. Sin embargo, a principios de los setenta se sacó la plaza de arquitecto de la Diputación de Ourense y se instaló en la capital. Ya nunca se movió. Al año nació su hijo Luis, que salvo un paréntesis universitario también ha desarrollado su vida personal y profesional en la ciudad de As Burgas.

Pero volvamos al principio. Luis Garayzábal padre tuvo una primera etapa profesional muy ligada a las obras oficiales. Recuerda, como uno de sus primeros grandes retos, el trabajo de levantar el hospital Santa María Nai: «Estuve en cursillos hospitalarios en Madrid. Te tienes que preparar y tener conocimientos de la materia. Aquel edificio me obligó a visitar y a saber de muchas cosas en arquitectura hospitalaria, que luego me sirvieron para hacer otros centros de salud y residencias de ancianos en la provincia». Otro gran reto, en el que trabajó con Pepe Peña y Luis Chao, fue la comisaría de As Lagoas. «De aquel proyecto recuerdo con cariño la idea que se me ocurrió de hacer un helipuerto en la parte superior. Eso condicionó mucho el diseño arquitectónico, pero fue algo que gustó tanto que inspiró proyectos como la comisaría de Málaga». La amenaza de un posible repunte terrorista en Galicia hizo que se optara por Ourense como sede de una comisaría de referencia a nivel gallego. «Ha quedado muy amplia, pero no sucede nada porque así sea. Es un proyecto del que estoy muy orgulloso del resultado final».

Con su hijo también tiene muchas actuaciones que, explican, siempre ejecutan de manera consensuada. Una de las primeras y más emblemáticas fue la del balneario de Laias. «Fue uno de mis primeros proyectos desde que acabé la carrera. Es un hotel bastante alargado por la normativa de aguas, que solo dejaba dos plantas de altura. Eso nos obligó a crear patios y una conexión acrisolada que une todas las zonas y que rompe la planta cuadrada. El diseño gráfico es original», explica Luis Garayzábal hijo.

En su despacho de arquitectura, situado en el edificio de La Torre en su entrada por la avenida de la Habana, los Garayzábal han hecho suyo un sello particular de concebir la arquitectura. «Somos más arquitectos de diseño que de cuestiones técnicas puras», explican. En todo caso, y aunque los trabajos sean consensuados, eso no significa que sean dos gotas de agua a la hora de diseñar: «Cada uno tiene sus propias ideas, pero al final siempre llegamos a un resultado final similar», señala Luis Garayzábal Pedrosa.

En una conversación con arquitectos no puede faltar la pregunta sobre el actual escenario de incertidumbre que vive el sector de la construcción, en particular en Ourense, y en cómo afecta a un colectivo que tiene una nómina de profesionales elevada. Sobre el caso ourensano, Luis Garayzábal hijo explica: «Hay mucha inseguridad jurídica y nadie se atreve a invertir. El urbanismo en Ourense está constreñido a lo que se dibujó en el plan del año 1986». Y su padre, remacha: «Hay poco trabajo por la crisis y porque la legislación aplicable en nuestro cada vez se complica más. Cuando se reforma una normativa, lo que suelen hacer es complicarla, hacerla más restrictiva y exigente. El urbanismo, con la nueva ley del suelo, es cada vez más complicado e influyente negativamente en el sector». En todo caso, ambos confían en que lo peor ya haya pasado y que la aprobación de un nuevo plan de urbanismo permita ver los famosos brotes verdes en un sector que, confirman, ya ha dado señales de mejoría en otros puntos del país.

Un despacho de prestigio con Pepe Peña, Suances y Luis Chao

¿Ha cambiado mucho el mundo de la arquitectura en Ourense? A la pregunta, que tiene poco de ingenua y sobre la que ya se intuye la respuesta, responde con rapidez Luis Garayzábal hijo con una reflexión que habla por sí sola: «Cuando mi padre llegó a Ourense había ocho o nueve arquitectos y también ocho notarios. Siguen, más o menos, los ocho notarios y hay 300 arquitectos». Eran otros tiempos. Tras pasar por la Diputación, Luis Garayzábal Enjuto se lanzó a desarrollar su carrera profesional. Su camino se juntó con el de otros ilustres nombres del mundo de la arquitectura hasta que se creó un estudio que todavía se recuerda en la ciudad. En él estaban, además de Garayzábal, nombres de tanto prestigio como el de Suances, el fallecido Pepe Peña y Luis Chao. «No había ordenadores, todo se hacía a lápiz. Hacían proyectos como churros», recuerda con admiración el hijo. No era para menos, ya que en el estudio llegó a haber hasta 16 empleados. «Ahora, por ejemplo, el delineante casi ha desaparecido», lamenta el padre.