Rosa María Villarino y su marido regentan la empresa familiar. El Forno do Carlos ha ido pasando de generación en generación. «A nai da miña sogra, a sogra, agora nós...», cuenta ella. Todos con la misma receta, la del pan tradicional, resalta Villarino. «Leva un 75 % de fariña de trigo de aquí e o resto de fóra, auga, sal e, sobre todo, e o máis importante, a masa nai, que se quita con sete horas de antelación dunha fornada para outra», cuenta ella. Bueno, y horas. «Son sete horas de traballo que leva cada pan», cuenta.
Venden en el despacho de Cea, pero no tienen reparto. A través de Alcampo llegan a los hipermercados de Galicia, y están también en el Supercor de Sanxenxo, en Barcelona, Asturias, Victoria... «Xa o meu sogro empezou con isto, así que levamos moitos anos mandando pan para fóra», señala. Dice que de vez en cuando reciben algún cliente nuevo que quiere que se le mande pan, pero en general son clientes que ya heredaron de la generación anterior. Verano y Navidad son las épocas más fuertes, al haber más turistas.