Obispado en quiebra

Luís Gulín DESCORCHANDO

OURENSE

05 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tranquila parroquia, no vamos hablar del representante eclesiástico en tierras aurienses. No, en este caso más bien de la diócesis alemana de Hamburgo, que está en suspensión de pagos por una acumulación de deuda de casi 80 millones de euros. Los auditores han estimado, si eso sigue así, llegará la deuda a los 350 millones en el año 2021. Muy valiente, y dando la cara, el Obispo anunció que medidas se van a tomar y además muy dolorosas: el cierre de 8 de los 21 centros educativos, principalmente educación infantil y primaria, y se estudia que guarderías a mayores deben ser sacrificadas. Para entendernos, esta diócesis es muy joven, solo tiene 23 años y surgió de la división territorial de la iglesia católica del norte de Alemania después de la unificación. El problema es que está implantada en una zona de gran mayoría protestante (400.000 católicos frente a seis millones de protestantes) y los ingresos que se deducen de las nóminas de todos los católicos empleados no es suficiente para atender todos los servicios.

La aportación es obligatoria a una de las dos iglesias cristianas, si no hay que apostatar fiscalmente. El problema a mayores del obispado de Hamburgo es que tiene hospitales, residencias y centros de acogida que dependen casi al 100 % de las subvenciones públicas. Incluso meditan qué iglesias hay que cerrar porque la vocación sacerdotal es escasa y no pueden atender a todos los feligreses. Los compis de Colonia no tienen esos problemas: con una media mínima de veinte millones de euros mensuales de ingresos están como Dios en el cielo.