El Banco de Alimentos repartió en lo que va de año 562 toneladas

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Álvaro Vaquero

La entidad busca voluntarios para la gran recogida del 1 y 2 de diciembre

02 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Banco de Alimentos de Ourense (BAO) viven estos días una actividad frenética. Por un lado se trabaja para dar salida a la segunda fase de reparto del plan FEAD, el Fondo de Ayuda Europea para los más necesitados, que en este envío ha consignado 119.732 kilos para entregar a las familias que forman parte de los listados de las 75 entidades colaboradoras del banco. Por otro, los voluntarios fijos de la entidad recolocan las existencias en el almacén. Son 28.000 kilos de productos procedentes de fondos propios; es decir, los que llegan en donaciones de no perecederos que se consiguen en campañas locales o de productos frescos procedentes de acuerdos con el fondo agrario o con empresas del sector de la alimentación. Este movimiento de artículos busca dejar espacio a las donaciones de los ourensanos durante la campaña denominada «Gran recogida», una iniciativa que se desarrolla simultáneamente en los supermercados de toda España los días 1 y 2 de diciembre.

Una campaña para la que también está abierta la inscripción de ciudadanos que quieran ayudar pasando algo de su tiempo libre ayudando en establecimientos de su localidad. El pasado año hubo 79 supermercados en toda la provincia por los que pasaron cerca de 400 voluntarios a lo largo de las dos jornadas. «Cuantos más seamos, mejor porque podremos repartirnos más la tarea; lo único que pedimos a los que se inscriban es que no nos fallen y que si se comprometen a ir, acudan», señala el presidente. El BAO contará también este año con la colaboración de Viaqua y Correos, que además de ceder vehículos para el transporte de lo recogido desde los supermercados al almacén también aportan voluntarios.

Cecilio Santalices Mourille apunta que el objetivo para la campaña «es repetir el éxito del pasado año, en el que conseguimos 102.590 kilos tanto en productos donados esos dos días por los ciudadanos como lo que en las jornadas siguientes nos hicieron llegar de distintas empresas».

El presidente explica que los 28.000 kilos que ahora quedan en el almacén «nos garantizan poder hacer frente tanto a la demanda programada en la planificación que acordamos con las entidades colaboradoras como a cualquier necesidad nueva puntual que pueda aparecer, aunque por supuesto cualquier colaboración que pueda llegar es siempre más que bienvenida». En lo que va de año del Banco de Alimentos de Ourense han salido 562.851 kilos de productos que han llegado a 5.258 hogares, en los que por cierto hay 933 niños.

Varias entregas desde julio

La entidad ha repartido desde julio 227.418 kilos de productos, de los que más de 14 toneladas eran alimentos perecederos. Estos repartos responden a una planificación meticulosa en la que se tiene en cuenta los beneficiarios finales de cada entidad colaboradora «para que la llegada de alimentos a las familias tenga una lógica y esté equilibrada en el tiempo». Pero además el Banco de Alimentos de Ourense tiene en cuenta en esa planificación que la mayoría de las 75 entidades con las que trabaja y que son las encargadas de entregar los alimentos al beneficiario final no tienen capacidad de almacenaje. «La mayoría son pequeñas; prácticamente según recogen de aquí en un par de días lo entregan. Por eso solemos tener un cuadro de repartos que en ocasiones, si además llega fresco, se vuelve bastante complejo».

«Los kilos no son lo más importante, sino el equilibrio entre frescos y no perecederos»

Las campañas de recogida que organiza el Banco de Alimentos a lo largo del año, como la que tendrá lugar el 1 y 2 de diciembre, tienen como objetivo conseguir productos no perecederos como pastas, conservas, aceite, arroz, galletas, cereales, productos infantiles... Pero los lotes que salen de su almacén con destino a aquellas familias que necesitan de esa ayuda llevan muchas veces otro tipo de alimentos, desde carne a pescado, frutas, verduras e incluso derivados lácteos como los yogures. «Desde julio hemos repartido 4.000 kilos de pan, más de 40.000 de leche, 856 de yogures y 890 de alimentos infantiles», ejemplifica Cecilio Santalices. Estas aportaciones son fruto de un trabajo menos mediático pero constante por parte de la entidad. «Llevamos años trabajando en la concienciación con el objetivo de evitar el desperdicio de alimentos y ese trabajo lo hacemos tanto con charlas en los colegios para formar a las nuevas generaciones de consumidores, como con las empresas y establecimientos». Son estos últimos los que entregan los productos frescos «que, como pasa a veces con la fruta, se retiran de las estanterías porque no tienen el aspecto que busca el consumidor», explica el presidente.

«Para nosotros los números no lo son todo. ¿Qué vale más que demos seis kilos de arroz o que demos dos de arroz y dos de fruta y verdura?», se pregunta Cecilio Mourille. «Los kilos no son lo más importante, sino el equilibrio entre frescos y perecederos y por ahí tenemos que seguir, esforzándonos en ese plan para recoger productos perecederos ahora que tenemos un vehículo refrigerado para el reparto», dice.