ristian Garcia y Rebeca Liso llegaban, con el Mitsubishi Lancer Evo X-Repsol, como líderes y claros favoritos para vencer en la cita ourensana con el nacional de asfalto. Y no hubo novedad alguna, todo estaba escrito y se trataba solo de seguir un guion que apenas sufrió variaciones, exceptuando el pinchazo mañanero del evo que no pasó de un susto.
Y así se cumplió el pronóstico, una vez más, que no es otro que en esta temporada se repite el calco de la anterior: un coche arrasa ante el resto de rivales de una forma pasmosa. Ni los Porsche, ni los R5, ni el novedoso N5 -que pasó desapercibido- fueron capaces de alcanzar a Cristian, tal y como ya sucediera en Las Palmas, Adeje, Córdoba y Santander.
Y eso que el viernes hubo una reunión, en Expourense, entre federación, equipos y pilotos, con la idea de buscar soluciones a un nacional de ralis que tiene el oxígeno puesto desde hace tiempo. De las mil y una opciones tratadas todo indica que va a seguir todo igual, que nadie se quiere mojar en pleno año electoral para frenar esta situación, que un año permite a uno arrasar y el otro a otro.
CA lo mejor lo necesario es eso, un cambio total de rumbo en la entidad que dirige el deporte automovilístico para que esto se organice de verdad. Algo que quizás sea una simple utopía, y es que al fin y al cabo todo está también escrito en estos temas de la política deportiva. Muy escrito, y desde hace ya demasiado tiempo.