Una raqueta con proyección

pepe seoane OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

El joven tenista disfruta desde verano del único punto ATP ourensano

31 mar 2014 . Actualizado a las 07:05 h.

Apuntaba maneras desde niño. Era uno de esos chavales con habilidad para los deportes. Igual jugaba al fútbol como se manejaba con soltura al volante de un kart: a los siete años, de hecho, ya conducía una de esas máquinas que para la mayoría no pasan de ser simple divertimento o escape para quemar adrenalina. Y no llevaba un juguete adaptado a su edad, no, sino que se subía al mismo vehículo talla adolescente que a otros impresionaba. Quedémonos con que siempre fue un chico disperso, nada disciplinado, de esos a quienes gusta subir a las nubes con frecuencia, tan inquieto como espabilado, sobre todo para lo que le gusta. Un furafollas, según quien cuelgue la etiqueta.

Le costaba, sin embargo, estudiar. O eso parecía hasta el verano del 2012, estación que David estrenó con más de un suspenso y la selectividad sin hacer. Fue en aquel momento cuando vino a Ourense Toni Colom, un reconocido entrenador y formador de tenistas, entre cuyos pupilos brilla de forma especial el irrepetible Rafa Nadal. David León ya estaba enganchado a la raqueta y la tierra batida. Rozaba la obsesión. Toni vio en acción al joven ourensano, y este devolvió con soltura la pelota que Toni le puso delante: con todo aprobado, podría incorporarse a su escuela. Era el mes de agosto. Le sobró tiempo para seguir jugando y aprobar, incluso con buena nota.

De Miami a Casablanca

David León arrancó hacia Marbella. A cientos de kilómetros de su familia, su vida era el club de tenis donde compartía sueños con otros como él. Empezó a entrar en el circuito y a jugar en canchas hasta entonces inesperadas, de Miami a Casablanca.

El David inquieto, el que no para, el que vive por y para el tenis, que quiere progresar y quiere mejorar, que va ampliando su perspectiva y la visión de ese mundo en el que ya está instalado, dio en febrero del 2013 un paso adelante y decidió cambiar Marbella por Alicante. En el club Arena se puso en las manos de un equipo de lujo, formado por Santiago Ventura y Pedro Rico, dos exprofesionales. En ese nuevo escenario, tiene la ocasión de conocer a Juan Carlos Ferrero o a David Ferrer. Para el joven León la vida pasa muy rápido en Alicante. Y puede encontrarse en la pista con Nicolás Almagro y pelotear con él toda una semana, en el papel de eso que en boxeo denominan sparring, es decir, la persona con la que alguien entrena para preparar un combate.

La colección de postales devuelve a David imágenes curiosas. Una, por ejemplo, de Casablanca. En vez de aparecer en la cartelería y el marcador los nombres de Nadal y de Federer, un suponer, la imagen dice León versus Djokovic. ¿Es posible? Si, lo es, aunque ese Djokovic no fuera Novak, el número uno, sino uno de sus hermanos pequeños, pero gracia sí que hizo a quienes, a distancia, siguen sus andanzas entre aviones, hoteles y pistas de tenis.

Paso a paso ya estamos en el verano del 2013. Llegó entonces el primer punto ATP (Asociación de Tenistas Profesionales). Alguna vez llegaron a él las grandes figuras del tenis mundial, esas que enganchan ante el televisor a millones de espectadores, personas que en su vida tuvieron en las manos una raqueta, pero sudan como los mejores en el sofá. David León también tiene su primer primer.

Único en Ourense

Es el único que hay en Ourense. Entrar en el circuito profesional es el objetivo de quienes comparten su misma ilusión, pero no es fácil. Él, desde luego, pone lo que está en su mano. Y si hay que ir a Perú a jugar al tenis, va. Allí está ahora. Disfrutando, por ejemplo, que la pasada semana se hubiera impuesto a uno de los profesionales brasileños mejor situados. Golpe a golpe, superando reveses.