La fusión de las cajas supuso el cierre de un centenar de oficinas

Cándida Andaluz Corujo
C. ANDALUZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE

LOLITA VÁZQUEZ

Los concellos que se quedarán sin sede en diciembre establecen medidas de presión contra las clausuras

27 nov 2012 . Actualizado a las 07:25 h.

El cierre, antes del 2013, de cinco oficinas de Novagalicia Banco en la provincia -Cortegada, Monterrei, Oímbra, San Xoán de Río y Chandrexa de Queixa- ha puesto en pie de guerra no solo a los alcaldes de las localidades, sino también a los vecinos y a las asociaciones de empresarios. Desde la fusión de las dos cajas -Caixa Galicia y Caixanova- el cierre de oficinas ha sido constante, en muchos casos dejando una única por concello. Ahora la situación se agrava al prescindir de sede en varias localidades del rural ourensano. Si en el 2010 en Ourense había más de 175 oficinas de las dos entidades bancarias, a día de hoy quedan alrededor de 70. Los empresarios de Cortegada anunciaban ayer que harán campaña para que los vecinos abandonen la nueva entidad, y en Oímbra se ha celebrado un pleno extraordinario en el que se aprobó remitir un escrito al banco y a la Diputación para intentar evitar el cierre. Los concellos afectados aseguran que retirarán sus cuentas de Novagalicia Banco en caso de la desaparición de las oficinas.