La falta de mantenimiento eterniza el mal estado de calles del centro
OURENSE CIUDAD
La singularidad de Concello dispara el coste del arreglo, que se demora
23 sep 2012 . Actualizado a las 07:30 h.Si a un conductor que circule habitualmente por el centro de Ourense se le cuestiona por la calle en peor estado de toda la ciudad, las posibilidades de que la respuesta sea Concello son elevadísimas. El mal estado de este céntrico vial, que es además una de las entradas naturales al casco urbano desde el acceso centro de la A-52, se prolonga desde hace ya años ante la falta de mantenimiento y de respuesta de la institución municipal. El tránsito del vial, en el que se ubica además el centro sanitario que alberga el Punto de Atención Continuada (PAC) de la zona centro y que arranca desde el Pazo de Xusticia, es importante
El pequeño tramo que va desde la esquina de la avenida de la Habana hasta Juan XXIII se convierte en una auténtica pesadilla para el conductor, especialmente si hablamos de los que van a bordo de una moto. «Es un auténtico desastre. Es un problema grave al que no se da solución desde el Concello de Ourense. Es una situación que sufrimos cada día cientos de conductores», asegura Manuel Carnero, presidente de la federación Limiar.
La solución, sin embargo, no parece fácil, al menos a corto plazo, ni mucho menos económica. Según indicaron fuentes municipales, el vial se encuentra dentro de la ruta del Camino de Santiago, lo que obliga a recibir la autorización de Patrimonio para cualquier reforma.
«El proyecto estaba preparado para realizarse, pero la obligación de respetar el adoquinado disparaba su coste y no se pudo ejecutar», indicaron las mismas fuentes. En este escenario, el Concello de Ourense trata de lograr un acuerdo con el gobierno autónomo para cofinanciar la reforma. Al líder vecinal, sin embargo, este nuevo imprevisto le parece una «excusa para dejarla otro año más sin arreglar».
La situación de la calle Concello, en pleno centro de Ourense, es el caso más llamativo de abandono de una calle transitada cada día por miles de conductores. Pero no es, sin embargo, el único.
Camino de llegar a una situación similar se encuentra el último tramo de la avenida de la Habana, entre Curros Enríquez y la plaza de Concepción Arenal. Es, en este caso, una de las arterias principales de salida de la ciudad, y el vial obligado que recoge el tráfico de varias calles de la zona de oficinas, colegios y negocios del centro.
Circular por la avenida de la Habana, sobre todo en el tramo indicado, supone ir sintiendo los constantes saltos de la amortiguación por los baches.