Continúan con los espacios de recreo en el padre Miño, con las inauguraciones, lo cual celebramos. El último lo ha inaugurado el Concello y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Es una pasarela entre Oira y Outariz, que está formada por una plataforma de hierro y madera, con unos tirantes de acero y dos mástiles de hormigón que los sujetan. Se puede recorrer a pie y en bicicleta. Ahora las compuertas del salto de Velle ya no serán una necesidad, para cruzar al pueblo de Velle o A Lonia. Francisco Rodríguez, el alcalde, está encantado con el nuevo paso. Otra más, aparte de las tres cosas que hay en Ourense: «el Cristo, el Puente Romano y las Burgas echando agua hirviendo». Asistieron numerosas autoridades, tanto del PSOE como del PP. José Luís Baltar no asistió; porque sigue descansando después del susto que nos dio. Que coja muchas fuerzas, porque en noviembre volverá a estar en acción y no queremos oírlo afónico de nuevo. El presupuesto ha sido de 1,9 millones de euros, que se le perdona el gasto por el embellecimiento y el gran servicio que presta. Claro que, los presentes a la inauguración no esperaban las vistas que se les presentaron, haciendo la inauguración más amena, bucólica, por unos nudistas que allí estaban, pero los nudistas suelen tener la autoestima muy elevada, y supongo, que la invasión de su territorio, no se la haría bajar. Se supone, que no sería por la crisis. Al fin ellos pensarían: «Desnudo nací, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano».