Alcaldes insomnes

OURENSE

20 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

esta España, en la que cada vez son menos los que pueden dormir a pierna suelta, se han incorporado nuevos insomnes, los alcaldes. Ya son miles los que no pueden pegar ojo, o al menos no deberían, después de ver la salud financiera de su corporación. El nacimiento de las autonomías discriminó de modo intolerable a los municipios, que pronto se convirtieron en una familia avergonzada venida a menos.

Una familia todo el día obsesionada por aparentar riqueza y con las cuentas bancarias al descubierto. Si deseaban dinero deberían llamar a la puerta del poder autonómico, y ya este se encargaría luego de encontrar en el solícito alcalde a un nuevo vasallo.

Paco Vázquez advirtió en su día de la insuficiencia financiera municipal, y aunque muchos lo escucharon y le dieron la razón, ninguno de nuestros gobernantes se atrevió a diseñar un nuevo modelo de financiación. Quizás, porque todos se sintieron impotentes ante la fuerza de los poderes autonómicos, reacios a perder presupuesto por traspasárselo a un municipio.

Si solo perdiéramos el sueño de algún alcalde, tampoco sería un drama. El problema es que hemos obligado a muchos municipios a prostituirse ante el promotor urbanístico. Suena duro, pero así es. Seguro que ha viajado fuera de España y ha observado un urbanismo brillante en naciones con renta per cápita muy inferior a la nuestra. ¿Por qué será? Imagíneselo. Por nuestro modelo de financiación municipal, con tributos fuertemente vinculados a la construcción y la promoción inmobiliaria. La calefacción de las piscinas municipales, los profesores de las escuelas de música o los trabajadores sociales, es decir, el gasto corriente, lo hemos sostenido con ingresos extraordinarios, ¿Qué le parece? Extraordinario, ¿verdad? A mí también.

Caminos hay para salir del agujero, como equiparar los precios públicos al coste real de los servicios ofertados, o no ofrecer lo que no se puede pagar. ¿Problema? El coste electoral. Bueno, siempre quedan las fusiones de municipios. Pero esa ya es otra historia.

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