Está más feliz que unas castañuelas. A pesar de llevar apartado de la cúpula de la Cámara de Comercio desde el 17 de julio, Ovidio Fernández Ojea, como la reina de Portugal, manda después de defenestrado. Y sigue siendo considerado el patrón de la nave por instituciones tan prestigiosas como Caixanova. La entidad financiera contó ayer en un comunicado que hoy se firmará un convenio en el que intervendrán «Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Cámara, y Julio Fernández Gayoso, presidente de Caixanova». Del titular de la entidad, Celso Barbosa, ni palabra. El lapsus seguro que obedece a la gratitud de la entidad por el alineamiento del ex titular de la Cámara cuando se discutía el futuro de la caixa que lleva en sus venas sangre ourensana. Había dicho que el representante de la Cámara en el consejo de Caixanova no tenía que recabar opinión cameral sobre la fusión a la institución que lo había elegido. Le bastaba con seguir los dictados de Gayoso. Ahora, aunque sea por un día, le devolvieron el favor otorgándole una representación en los papeles que ya no ostenta en la realidad.