Sherlock Holmes como modelo

Jesús Manuel García

OURENSE

Aplicar la lógica de razonamiento de detectives de ficción a la realidad es lo que busca un proyecto de la Facultad de Derecho

21 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los razonamientos clásicos de los detectives de las novelas policíacas servirán de modelo al proyecto que va a desarrollar el grupo de investigación del área de Filosofía del Derecho del campus de Ourense bajo la dirección del profesor Pablo Bonorino. Pretenden comprobar la naturaleza del razonamiento jurídico haciendo una analogía con los razonamientos de los detectives ficticios. El proyecto se titula La abducción en el Derecho y ha sido presentado al Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Bonorino y su equipo mantienen que los argumentos que se utilizan para interpretar y aplicar el derecho «son compatibles a los que realizan personajes de ficción como Sherlock Holmes» y pueden reconstruirse como abducciones. Para que el lector entienda qué es un argumento abductivo, este tiene la siguiente estructura: Primera premisa o regla, segunda premisa o resultado y caso. Esto se ve bien en el siguiente ejemplo: como regla podemos decir: «Todos los caramelos de este bote son de naranja». Como resultado diremos: «Este caramelo es de naranja», luego, como caso o conclusión, «Este caramelo estaba en este bote».

El argumento deductivo tiene otra estructura: regla, caso y resultado, o sea: «Todos los caramelos de este bote son de naranja», «este caramelo estaba en este bote» luego «este caramelo es de naranja».

El argumento inductivo funciona con la siguiente estructura: caso, resultado y regla. Trasladado al ejemplo sería: «Este caramelo estaba en este bote»; «este caramelo es de naranja», luego, «todos los caramelos de este bote son de naranja».

El primero que analizó estos tres tipos de razonamientos fue el norteamericano Peirce, en 1867. Bonorino explica que en los trabajos que explican las inferencias abductivas se suela indagar en el procedimiento que se usa en las novelas policiales, «pues pareciera ser el mismo que se emplea en cualquier investigación tendente a resolver un problema», dice el doctor.

Si las hipótesis de este equipo de investigación ourensano se pudieran demostrar, dice el director del proyecto que «podrían constituir un aporte con consecuencias teóricas relevantes y también prácticas». Quedaría probado, pues, que la abducción «podría ser la clave para aumentar el control racional sobre actividades como la prueba en los procesos judiciales».

Pablo Bonorino es uno de los primeros autores que han escrito sobre el razonamiento abductivo y cree que hay que aprovechar el auge que supone la investigación sobre la abducción en otras áreas de conocimiento para llevarla al campo del derecho.

Si el Ministerio no les financia la investigación, el profesor señala que continuarían buscando dinero para este trabajo original.