Nuevo corte de la A-6 por derrumbes, esta vez entre As Nogais y Becerreá

X. Carreira

OURENSE

16 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los desprendimientos de tierra y piedras siguen provocando problemas en la Autovía del Noroeste (A-6). La principal arteria de comunicación entre la Meseta y la Galicia del norte volvió a quedar cortada ayer, esta vez entre los municipios lucenses de As Nogais y Becerreá.

Poco después de las ocho y media de la tarde se produjo un nuevo desplome. En esta ocasión el punto exacto donde sucedió fue el kilómetro 450 del vial, informaron fuentes de la Guardia Civil. Según algunos testimonios, una gran avalancha de material se precipitó sobre los carriles en sentido A Coruña.

Por la importancia del desprendimiento y, sobre todo, para garantizar la seguridad, las primeras personas que llegaron al lugar de los hechos optaron por cerrar el paso de vehículos que, a esa hora, eran muchos. El tramo por el que se prohibió la circulación comprendía los kilómetros 444 al 456.

El centro de control de tráfico, que se encarga de la autovía, procedió a advertir de la situación a los conductores a través de los indicadores luminosos. Además fue señalizado convenientemente el desvío obligatorio que fue preciso utilizar durante más de tres cuartos de hora, según diversas fuentes. La circulación volvió de nuevo a la N-VI.

Los desprendimientos se producen en una montaña que tuvo que ser cortada para dar paso al vial. Al parecer, ya había dado algún problema en las últimas semanas, sin embargo no se pensó que pudiera alcanzar gran relevancia. Personas que estaban en el lugar de los hechos en torno a las once de la noche relataron que había caído gran cantidad de material, varias toneladas incluso y destacaron que seguían cayendo piedras. Sin embargo, apuntaron que el problema no tenía, ni mucho menos, la importancia del que se registra en el municipio berciano de Trabadelo, unos cincuenta kilómetros antes.

Problemas de tráfico

El corte de la autovía se produjo justamente en unos momentos en los que la circulación era bastante intensa, debido a que decenas de automovilistas regresaban a casa. Aunque no llegó a producirse caos, sí hubo retenciones a la hora de acceder a la N-VI.

Al lugar del desprendimiento fueron enviados camiones y máquinas así como personal que se encargó de señalizar la zona. En torno a las diez menos cuarto de la noche, después de retirar parte del material que se había caído sobre el carril izquierdo, fue abierto de nuevo el vial, pero sin estar en servicio el carril derecho que es el que está afectado por la mayor cantidad de material.

Está previsto que hoy varios técnicos revisen la zona para poder evaluar las consecuencias. Algunas fuentes consultadas anoche explicaron que en este caso los desprendimientos no eran debidos a las condiciones de la montaña, sino que podían debrse a los cambios bruscos de temperatura que se registran estos días. Hay diferencias de casi 20 grados en la noche y las horas centrales del día.