Lenny Kravitz busca quien le enseñe a tocar la gaita

OURENSE

31 may 2008 . Actualizado a las 03:30 h.

La próxima vez que Lenny Kravitz venga a tocar a Galicia, quizá nos sorprenda con una muiñeira o una foliada, todo depende de la capacidad de aprendizaje que demuestre el músico norteamericano. De momento, se marchó de Galicia con una fantástica gaita realizada por Alfonso, de O Rosal, uno de los más reputados maestros artesanos de Galicia.

Fue un regalo de la ciudad de Vigo, que se encargó de entregar el teniente de alcalde, el nacionalista Santiago Domínguez, minutos antes del inicio del concierto del pasado jueves, en el Ifevi. El concejal explicó que el regalo era una forma de expresar el agradecimiento de la ciudad por haber elegido Vigo para iniciar su gira europea actual, pero, al mismo tiempo, también tenía por objeto felicitar al músico por haber cumplido, el pasado lunes, 44 años.

Tras mostrar su sorpresa, el músico neoyorquino agradeció el presente y se interesó por sus características técnicas, para después manifestar su intención de buscar un maestro gaiteiro que le pueda enseñar a tocar el instrumento. Incluso llegó a preguntarle al concejal vigués si podría ser él quien le enseñase los misterios de tan complicado artilugio. Al parecer, Santiago Domínguez respondió que carecía de los suficientes conocimientos para asumir semejante tarea. No obstante, el teniente de alcalde vigués animó a Lenny Kravitz a incorporar la gaita a su espectáculo, en cuanto se sienta con ánimos para soplarla. Así pues, el autor de Are you gonna go my way busca a la persona adecuada que le pueda enseñar a tocar la gaita.

Se trata de una gaita de madera de granadillo con juntas de plata, que está afinada en do. El fol es negro y verde musgo, y fue entregada en un estuche de cuero. Aunque no se ha hecho público el precio de este instrumento, puede superar los tres mil euros.

Lenny Kravitz llegó a Vigo al día siguiente de su cumpleaños y poco se sabe de las actividades que realizó durante los tres días que permaneció en la ciudad. Su discreción ha sido total. Se sabe que se alojó en el único hotel cinco estrellas de la ciudad y que le gusta tanto la fruta que pidió mangos, papayas y limones, pero poco más.

La vida lujosa que se le atribuye fue desmentida por el propio artista durante el concierto vigués. «La televisión y las revistas dicen que tengo muchas cosas, pero os puedo decir que lo más importante es que me tengo a mí mismo», afirmó entre muchas otras cosas. Porque este sí que habla en el escenario.

«Vigo is the true»

«Vigo es auténtico» o «gracias por esta cálida bienvenida, creo que tendremos que venir con más frecuencia», fueron algunas de las frases que manifestó Kravitz. También aprovechó el concierto para catequizar al público asistente y, tras un largo discurso hablando de Dios y del amor, sentenció: «Ya me encontré a mí mismo». Y siguió a lo suyo, la música.