La abuela de Carballeda de Avia

C. Paradela

OURENSE

Hermelinda Sulleiro Sánchez cumplió cien años rodeada de sus tres hijos, ocho nietos y seis bisnietos. Hace vida normal y tan sólo toma una pastilla para la tensión

12 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El 8 de febrero fue un día especial en el término municipal de Carballeda de Avia, sobre todo en la casa de Antonio Martínez Sulleiro y de su madre Hermelinda Sulleiro Sánchez al celebrar ésta un cumpleaños muy particular, llegar a los cien años, aunque la fiesta a lo grande y con toda la familia, tres hijos, ocho nietos, de los que sólo faltó uno que reside habitualmente en Suiza, y 6 bisnietos fue el domingo.

A poco más de un kilómetro de Carballeda, en Muimenta, Hermelinda es la vecina más conocida del pueblo, en la que hasta hace apenas veinte años aún trabajaba en las viñas, según reconocen en la localidad por la que, cuando el tiempo se lo permite, suele pasear y charlar con sus amigas que la ven tender a menudo la ropa en el balcón de su casa ya que es uno de sus hobbys junto al de hacer la colada, indica su hijo.

La abuela de Carballeda dedica las primeras horas de la tarde a la televisión, otra de sus grandes aficiones, aunque el sol la adormece durante unos minutos, ya que es una mujer bastante activa a pesar de su edad y del susto que sufrió hace unos cuatro meses cuando se cayó en la cocina, aunque no se fracturó nada y todo quedó en algunas magulladuras.

Se suele levantar a las 9.00 horas gracias a la ayuda de una persona que colabora con Antonio en su atención y aseo, para dedicar después la mañana a atender la casa, dentro de sus posibilidades, a pasear y controlar su medicación, tan sólo una pastilla para la tensión, frente a las cuatro que toma su hijo Antonio, explica éste con resignación y buen humor.

Por la tarde hay algo que no perdona, el programa El diario de Patricia, de Antena 3, por las historias que cuenta, dice. Si no consigue acertar con el número del canal en el mando de la tele llama enseguida a su hijo. A su conclusión, cena y se acuesta, sobre las 21.00 horas, con la ayuda de una señora.