Tres colegios concertados y uno público han señalado desde la Federación de Libreros de Ourense por presuntas irregularidades en la gestión y trámites de la compra de libros de texto. La asociación empresarial que preside Pilar Rodríguez presentó ayer, por escrito y con la carga de formalidad que añade el paso por el registro oficial, un escrito en el que se concretan las supuestas anomalías y, además, ha facilitado una copia de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que prohíbe al colegio Maristas Santa María la venta de libros de texto, con el fin de que la administración tome note de la situación y adopte las medidas que correspondan.
Los colegios que aparecen señalados por los libreros son los concertados religiosos del Divino Maestro, Salesianos y Maristas. De los dos últimos se dice que orientan de forma directa la venta. En el caso de los otros dos colegios, el concertado religioso Divino Maestro y el público de Casardomato «Albino Núñez», la imputación que los empresarios hacen en su denuncia ante la delegación provincial de Educación se concreta en la supuesta falta de diligencia a la hora de entregar a los padres los papeles que permiten gestionar la gratuidad de los libros de texto.
Los libreros, según explica la presidenta, consideran que no pueden permanecer con los brazos cruzados frente a esta situación. Al ser Educación el órgano administrativo que sostiene económicamente el actual sistema de gratuidad de los libros de texto, «se le debe exigir que actúe» frente a las anomalías que que se han detectado, según razona Pilar Rodríguez.
Rigor con la norma
Para la asociación empresarial, es importante que la Xunta de Galicia tome cartas en el asunto y haga cumplir la norma con el mismo rigor que la administración exige a las librerías.
Con la sentencia del Tribunal Supremo de finales de julio han entregado también los libreros una copia de la primera sentencia, del juzgado de primera instancia número dos de Ourense de 11 de octubre de 1999, ahora plenamente ratificada, junto con la que había dictado ocho meses después la Audiencia Provincial, ahora revocada.
La Audiencia de Ourense había acogido el recurso de apelación interpuesto por la congregación religiosa de los hermanos maristas, que se traducía en la anulación de la sentencia de instancia, lo cual significaba legitimar el proceder del colegio en el conflicto de la venta de libros de texto.
La resolución que ahora resulta firma reafirma «la prohibición de venta o distribución en los sucesivo de libros de texto, así como designar proveedores concretos a través de los cuales deban de surtirse los alumnos», como en su momento había establecido la magistrada Pilar Domínguez Comesaña en la sentencia de octubre del año 1999, correspondiente al Juzgado de Primera Instancia número Dos de Ourense.
Sentencia pionera
Esta sentencia es la primera de sus características de la que tienen conocimiento los libreros ourensanos. Los empresarios acudieron a la vía judicial al ver cómo sus reclamaciones en el ámbito administrativo no encontraban el eco deseado, según recuerda la presidenta de los libreros, Pilar Rodríguez.