CANTONES | O |
15 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.OJALÁ hubiera muchas Fidelas y muchas Dolores. Ojalá no tuvieran que esperar tantos años para verse reflejadas en los medios de comunicación. Porque Dolores y Fidela son dos de las muchas personas que en Ourense se han encargado de guardar, en su memoria, lo que en definitiva califica cualquier lugar, que no es otra cosa que la historia y la cultura. Han sabido permanecer en lugares en lo que hay más animales y casas que personas. Sin quejarse, trabajando día a día y manteniendo en su memoria, a pesar de tener más de 90 años (caso de Fidela) la cultura de todos. Historias y acontecimientos que de alguna manera marcaron lo que es hoy la provincia. La llegada del ferrocarril es una de ellas. Ayer viajaron hasta la capital para presentarse después de que un libro, escrito por Xosé Lois Foxo, recogiese parte de esa memoria cultural. Ayer fu en día, en la capital, de visitas y actividades políticas que todo lo parecen eclipsar. Historias efímeras, al fin y al cabo, que pudieron eclipsar el acto de presentación del libro y el merecido homenaje que pudieron recibir Dolores y Fidela. Por eso se llama cultura inmaterial, porque en realidad lo que no es materia parece que no interesa. Alabar la labor de las dos mujeres es importante, pero también es importante hacerlo de las personas que se preocupan por recuperarlo que pierden horas y horas viajando por las aldeas de Ourense, sacando horas a los minutos y fabricando días de 30 horas. Durante la presentación del libro se abrió un debate en torno a las pocas ayudas que se reciben para poder afrontar un trabajo de recuperación cultural en el rural. En momentos de despilfarros de papeles electorales, publicitarios, de campañas que potencian lo material es triste ver como hay personas que tiene casi que mendigar par dignificar algo que es de todos: la cultura.