El peligro de la pérdida de poder

ANTONIO NESPEREIRA

OURENSE

AL MARGEN | O |

20 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

EN 1989 Fraga gana por primera vez las elecciones, en parte gracias a los votos aportados por Centristas de Galicia, un partido nacido a mayor gloria de su fundador, Victorino Núñez y su lugarteniente, José Luis Baltar. Poco después, las siglas y su significado se diluyeron en las del PP. Los centristas deciden entonces «amamantarse en las ubres nutricias» del partido de Fraga (expresión algún día leída al antiguo factotum de la provincia). En 1993, Núñez dice que comienza la legislatura de Ourense refiriéndose, tal vez, a la llegada de una derrama de millones procedentes de las arcas públicas del gobierno autónomo. En 1997, Fraga sigue sentado en Raxoi y desde Ourense dice Baltar algo parecido a lo pronunciado por Victorino años antes. En el 2001, la misma cantinela. En vísperas del 2005 la orquesta toca la misma pieza, ahora un poco más cargada de bombo. Más poder, más inversiones, más conselleiros, más galleguismo, más boina, que para eso el sueldo de Fraga se paga con votos de Ourense. Sin embargo, la presión baltariana no se produce cada mes de octubre, en la elaboración de los presupuestos. La andanada se lanza hoy cuando el poder personal corre peligro.