Definitivamente, somos «asín»

OURENSE

DE REOJO | O |

21 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

CUANDO empezaron a circular, de boca en boca y de emilio en emilio , las bromas, chistes y chascarrillos relacionados con las Torres Gemelas, uno de los que más gracia hacía -nos hacía- era un memorándum que repasaba, una a una, las razones por las que un suceso de tal calibre no podía producirse en España. Alguien aburrido -con poco que hacer- pero gracioso al fin y al cabo, se entretuvo en los días posteriores al ataque terrorista en explicar por qué los españolitos de a pie estamos a salvo de un suceso similar. Rescato sólo un par de razonamientos. Cuando los suicidas tuvieran la intención de coger el avión, se encontrarían con una huelga de pilotos. Y aunque consiguieran volar y estrellar la aeronave contra una torre de oficinas sólo conseguirían provocar daños materiales porque los trabajadores, a granel, estarían atacando el cruasán en el bar de la esquina. Guasa aparte, que el edificio de hierro del campus -en el que están ubicadas dos facultades con dos mil alumnos matriculados - le dé patadas a las mínimas reglas de prevención, no resulta extraño. No es simplemente que estemos en España. Es que estamos en Ourense, oiga. Y somos «asín».