Marta G.Brea

09 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Al volver a escuchar en boca de alguien la voz mamalón caímos en la cuenta de su declive en castellano. Hace sesenta años se empleaba mucho, al menos entre la chiquillería coruñesa de activa vida callejera. Unas veces para describir la condición de alguien y otras, las más, como insulto.

Los diccionarios de español coinciden en situar su empleo inicial en Cuba, con el sentido de ‘holgazán'. Un periódico de La Habana hablaba ya en 1814 de «un exército de mamalones» del Gobierno. Con la misma acepción se usa en Puerto Rico, y en México, con la de ‘borracho'. El Diccionario de americanismos nos sorprende con otra, esta limitada a Cuba: «Persona que practica el cunnilingus o la felación».

En primer diccionario español que registra mamalón es el de Vicente Salvá, de 1846: «Holgazán, que procura vivir de gorra». La Academia Española se hace eco del término en el diccionario manual a partir de 1927, donde lo tacha de mangón y de holgazán. Pero mamalón no entra en el diccionario usual hasta el suplemento de 1970, y desde entonces permanece allí solo como ‘holgazán'.

Pocos escritores españoles han hablado de mamalones en castellano. Uno de ellos es el canario Pérez Galdós: «Metiéronme en el despacho del señor Presidente del Consejo, que allí estaba de palique con dos o tres mamalones junto a la chimenea...» (Bodas Reales, 1900). Canarias era de los pocos lugares de este lado del Atlántico donde se empleaba mamalón, que el Diccionario histórico del español de Canarias documenta ya en la prensa insular de la primera mitad del siglo XIX. Considera que esta palabra la importaron de Cuba, con la que el archipiélago, como Galicia, ha tenido una intensa relación.

Otros dos autores españoles que utilizan mamalón en obras en castellano son los gallegos Emilia Pardo Bazán y Gonzalo Torrente Ballester. Lo usan decenas de escritores gallegos, pero en gallego. Quizá una de sus primeras apariciones en este idioma sea un texto que Domingo Blanco recogió en su recopilación de poesía popular en Galicia de 1745 a 1885. El diccionario de la Real Academia Galega da dos acepciones de mamalón que van más allá del «holgazán» del DLE: «Que comprende as cousas con moita dificultade e que ten pouca habilidade para calquera cousa. Que mamalón é, non fai máis ca tropezar!» y «Persoa á que non lle gusta traballar. Está feito un mamalón, non fai nada».

En una sociedad con tantos mamalones, convendría no perder recursos para mentarlos.