El terbio (símbolo Tb) es el elemento número 65 de la Tabla Periódica. Es sólido metálico, de color blanco y brillo plateado. Pertenece a uno de los grupos de las tierras raras (los lantánidos), que no son tierras ni son raras, sino residuos metálicos o desperdicios de otras minerías. Hay un segundo grupo de tierras raras que son los actínidos.
El terbio fue descubierto en 1843 por el químico sueco Carl Gustaf Mosander y no fue aislado en estado puro hasta 1905. Su nombre se debe a la localidad sueca Ytterby. El terbio no se encuentra libre en la naturaleza, sino contenido en diversos minerales. Es dúctil y maleable y lo suficientemente blando como para cortarlo con un cuchillo.
El terbio es vital para la transición energética porque se utiliza en la fabricación de los imanes que llevan los motores de los coches eléctricos, en los catalizadores de los tubos de escape, en los aerogeneradores y en los paneles solares. El terbio lo llevan los móviles, discos duros, pantallas planas, lámparas led, aparatos de rayos X y radares. El terbio forma parte de los visores nocturnos y de los sistemas de guiado de misiles,
La disponibilidad y el acceso al terbio es una fuente de preocupación para la mayoría de los países industrializados, con la excepción de China, que desde 1976 se ha preocupado por el tema explotando minas, formando al personal para el adecuado tratamiento y comprando material.