PSOE: de Suresnes a la Moncloa

Carlos G. Reigosa
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OPINIÓN

El exvicepresidente Pablo Iglesias.
El exvicepresidente Pablo Iglesias. Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

03 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El 14 de octubre de 1974 se celebró en Suresnes, cerca de París, el XIII Congreso del PSOE, que llevó a la cabeza de la organización a Isidoro, quien, como luego se supo, era el joven Felipe González (y no el previsto Nicolás Redondo). 

Franco sufría por entonces una flebitis aguda, que preocupaba incluso en EE.UU. —país que seguía con inquietud y desconfianza lo de España, sobre todo después de la Revolución de los Claveles en Portugal (abril de 1974)—. Entre tanto, aquí vivíamos con pasmo tan «insólitos movimientos». De hecho, ignorábamos que Felipe González y otros miembros de la nueva dirección del PSOE habían logrado llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el Servicio Central de Presidencia del Gobierno, con la aprobación del almirante Carrero Blanco.

Por entonces, yo era un jovencísimo periodista de la agencia Efe, y la madrileña calle de Santa Engracia parecía un lugar mejor que otro cualquiera para cruzarse con los nuevos líderes —que habían alquilado sede en la zona— y conversar con ellos. Pero también en el aeropuerto de Barajas podía encontrarse uno, como me ocurrió a mí, con un Felipe González que iba a Londres sin el menor obstáculo. Allí me dijo que todo iba bien y que hablaríamos a la vuelta. Y habló, pero en una rueda de prensa.

Es curioso que, pasado tanto tiempo, lo que está sucediendo ahora me traiga esos recuerdos. Y quizá ello se debe al nuevo mapa político, con Podemos metiéndole prisas a Yolanda Díaz para que decida «lo antes posible» sobre la configuración de Sumar y acerca de si ella se presentará como candidata. La lideresa gallega se ha limitado a decir que su partido «va a ser el secreto de una nueva coalición progresista», declaración con la cual las posiciones parecen alejadas o no desarrolladas. Con algunos riesgos, porque enfrente tiene el argumento de quienes consideran que Podemos «es la fuerza hegemónica a la izquierda del PSOE». Y el exlíder podemita Pablo Iglesias ya ha asomado el colmillo al señalar que la ciudadanía percibe como «algo negativo» el desarrollo del proyecto en marcha. Algo que tal vez enturbiará la pacífica senda que Yolanda pretende construir y recorrer con Sumar. Porque quizá para esto ha vuelto Iglesias. Tiempo al tiempo.