Mario Vargas Llosa, el escritor

Eduardo Riestra
eduardo riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

FERNANDO ALVARADO | EFE

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A mí me gustaría que la reciente ruptura de convivencia de Mario Vargas Llosa con su última novia sirviera para que entrase en la casa de la gente, además del cotilleo por la pantalla de plasma, su obra literaria por la puerta, o que ese libro que todo el mundo tiene desde hace años escondido entre una colección de obras maestras de la literatura, que inició el comprador en un lejano enero —que es cuando en los quioscos aparecen los coleccionables— y abandonó a la tercera entrega, como hace todo el mundo, fuera rescatado de su estante, abierto por las primeras páginas y que su propietario comenzara a leer «¿En qué momento se había jodido el Perú?» o «Cuando vio aparecer a la india en la puerta de la choza, Lituma adivinó lo que la mujer iba a decir». Hay gente que cree que Mario Vargas Llosa es premio Nobel, pero no. Mario Vargas Llosa es escritor. Lo es desde su precoz adolescencia, en que escribió para el colegio una obra de teatro titulada La huida del Inca, que se llegó a representar. Fue el inicio de una larga carrera que entusiasmó a millones de lectores en el mundo. La cualidad fundamental pues no es la de ser premiado por los vikingos dinamiteros, sino la de ser escritor. Y yo aún diría más; por encima de su escritura brilla una cualidad aún más preciada y de mayor dificultad: la de ser un buen lector. Mario, que lo ha leído todo, mantuvo siempre un altísimo respeto por su profesión y su amor incondicional por la literatura. A despecho del inglés —y del sueco, y de la filipina—.