Demasiado corazón

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

BORJA SÁNCHEZ TRILLO | EFE

12 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Demasiado Corazón es el título de una canción de Willy deVille, cantante norteamericano conocido también por su colaboración con Mark Knopfler en la banda sonora de la genial película La Princesa Prometida. Demasiado Corazón es también el nombre de un vino del Bierzo que en los últimos días ha saltado a los medios por una absurda polémica con el Ministerio de Igualdad.

Para los lectores que no estén al tanto, el citado ministerio habría ordenado a la bodega berciana Almázcara Majara retirar una valla publicitaria en Molinaseca de su vino Demasiado Corazón por sexualizar la imagen de la mujer con fines promocionales: «Esta campaña fue objeto de quejas ciudadanas que entendían que la imagen o ilustración, en este caso la valla publicitaria del producto era sexista, ya que utilizaba parte del cuerpo femenino para promocionar un producto».

En la valla figura la etiqueta de la botella en la que se puede ver la espalda y el muslo de una mujer con un bikini de corazones con el mar de fondo; el dibujo tiene un innegable toque infantil. Al parecer, la etiqueta fue diseñada para la firma de vinos por el pintor catalán Josep Moscardó al que yo no conocía y, por cierto, me gusta.

Pues bien. Cualquier persona que vea en esa etiqueta la sexualización de la mujer tiene un problema mental o abusa del vino tinto. «Nos sorprende que a alguien le pueda molestar visualizar dicho cartel salvo que sea alguien retrógrado y acomplejado por ver un cuerpo de mujer», le ha contestado la bodega, en mi opinión, con razón.

El cartel puede gustarnos o no, pero de eso a prohibirlo va un trecho. Se trata de un caso en el que los responsables de la prohibición, de inicio, han puesto muy poco interés en analizar la etiqueta.

Por fortuna, ahora el ministerio ha reconocido su error y las cosas han vuelto a la normalidad, el cartel sigue en Molinaseca y el mar Mediterráneo en las etiquetas del vino.

Hoy los vinos son un vehículo excelente para difundir nuevos diseños en el embotellado, etiquetado, etcétera., aparte de una ventana al arte menos conocido. Que un vino verdejo se llame El Gordo del Circo, un vino de la Alpujarra almeriense Tetas de la Sacristana o un somontano Cojón de Gato no debe alertar ni a los responsables de política alimentaria, ni a la conferencia episcopal ni a los animalistas.

Por supuesto, toda esta polémica tiene una lectura política.

La extrema derecha ha visto el regreso de la censura franquista, sobre todo aquellos que no saben lo que fue; los radicales partidarios de prohibir el anuncio parecen haber puesto demasiado corazón y nada de cabeza.

Yo veo que un error se ha corregido de una manera razonable.