El circo de Bildu

Ramón Pernas
Ramón Pernas NORDÉS

OPINIÓN

03 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Quienes conocen mi afición casi enfermiza al mundo del circo y de los espectáculos itinerantes no dejan de preguntarme acerca de la subvención de 250.000 euros negociada por Bildu en los Presupuestos Generales del Estado para la promoción del llamado «circo vasco» y, con ello, el euskera.

Solo hay un circo vasco con carpa, que gira durante la primavera y el verano por los pueblos de Euskadi. Gure Circua (Nuestro Circo), que es un pequeño chapitó gestionado por el actor Iker Galarza y comprado hace un par de años de segunda mano en Luxemburgo. A esta compañía se ha destinado la cantidad aportada en los presupuestos de la nación.

El País Vasco siempre fue una tierra amante del más grande espectáculo del mundo. Bilbao fue designada en los años sesenta capital española del circo, y la ruta Vitoria, Donosti, Bilbao está considerada como unas de las tres mejores plazas entre las ciudades españolas para montar la carpa de la magia viajera.

Payasos míticos de la segunda mitad del pasado siglo, como Los Álava o los Hermanos Vitoria, llenaron de risas los coliseos ambulantes, como hoy lo hacen los clown tradicionales en euskera Tutik, con Gabi, Montxo y Joselontxo, que año tras año realizan su tournee navideña por las vecinas tierras francesas. Muy populares han sido Txirri, Mirri y Txiribiton con sus actuaciones en la televisión autonómica vasca, expandiendo y fomentando con sus números humorísticos la integración del idioma.

Hubo asimismo grupos militantes de payasos aberzales que, como Pirritx y Porrotx, estuvieron en los años ochenta muy próximos a los movimientos radicales del independentismo.

En el circo, solo los cómicos, la gran escuela zaragata española, pueden fomentar el idioma. Un solo número entre los ocho o nueve restantes que presenta la función y que son mudos, sin palabras, son actos de habilidad, de malabares o trapecio, que son la base del espectáculo circense.

Desde los años anteriores a la Guerra Civil existe en Bilbao una entidad promotora del circo, del que no tiene fronteras, del itinerante, ecuestre y europeo, el Circo Amateur del Club Deportivo. No recibe subvención alguna y Bildu no negocia con el Gobierno ninguna donación para promover no se sabe bien qué.

Los vascos seguirán como siempre amando el circo, que seguirá obstinado haciendo su ruta del norte como cada primavera. Así se lo he contado. Es el circo de Bildu.