La falta de ejecución del Kit Digital
OPINIÓN
El pistoletazo de salida de los fondos NextGeneration EU no fue el más apropiado. A pesar de que la partida de 600 millones que se le dedicó a la primera fase del Kit Digital prometía ayudar, y mucho, en la digitalización de las pymes, acabó arrojando una serie de interrogantes sobre su ejecución y el futuro de las siguientes convocatorias, cómo se llevarían estas a cabo y cuáles serían los resultados obtenidos.
Durante esta fase observamos una falta de ejecución de un 80 % de dichos fondos, sea por la escasez de información recibida inicialmente o por la dificultad de gestión de los mismos. Lo que se tradujo en un relativo problema a la hora de abastecer la demanda de subvenciones, y dificultad a la hora de capitalizar todas las regiones de España. Un obstáculo que tanto el sector del canal IT como los agentes digitalizadores han afrontado con determinación y resultados bastante satisfactorios.
Para la actual segunda fase del Kit Digital, arrancada el 2 de septiembre, se han recibido más de 50.000 solicitudes de empresas de entre tres y diez empleados, lo que supone un notable incremento respecto a la primera partida de fondos NextGen. Ya han sido concedidas 29.000 ayudas en ese segmento, lo que equivaldría a 344 millones de euros.
Queda claro, pues, que el Gobierno ha priorizado la necesidad de digitalización de una gran parte de las pymes españolas, el principal motor económico de nuestro país. Y para que esto suceda se deben ofrecer más recursos y mayor flexibilidad con el objetivo de llegar al mayor número posible de pequeñas y medianas empresas, para paliar esa sensación de insuficiencia que había dejado la primera fase.
Ahora más que nunca, con la inflación tensionando la capacidad para generar beneficios de todo tipo de negocios, es necesario utilizar los fondos NextGeneration para provocar un cambio en el modelo económico del país. La tercera fase del Kit Digital distribuirá una partida de 500 millones entre todas las pymes con interés en modernizarse: es el momento perfecto para dar un paso adelante, en el que los agentes digitalizadores, a través de las herramientas necesarias, el conocimiento y las capacidades tecnológicas, y la administración pública logremos que los fondos supongan un auténtico cambio.