Cómo proteger los ojos del aire acondicionado

Eduardo Eiroa Mene PRESIDENTE DEL COLEGIO DE ÓPTICOS-OPTOMETRISTAS DE GALICIA

OPINIÓN

María Pedreda

24 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia vive estos días unas jornadas con temperaturas inusualmente elevadas, que sin duda afectan a nuestro organismo y, por lo tanto, también a nuestros ojos, ya que favorecen la deshidratación y una más rápida evaporación de la película lagrimal que recubre la superficie ocular. Esta evaporación provoca la rotura de la película lagrimal, con la aparición de áreas secas y un aumento considerable de la fricción durante el parpadeo, cuyos síntomas son el lagrimeo, irritación, sensación de tener arenillas en los ojos o cuerpos extraños, e incluso enrojecimiento ocular.

Afortunadamente, en Galicia la humedad del ambiente es en general más elevada que en otros territorios de España y esto ayuda a mitigar la evaporación de la lágrima. Sin embargo, en los espacios interiores, en los que el aire está climatizado, como vehículos de transporte, oficinas, viviendas, etcétera, este aire es muy seco por la deshumidificación que causan los aparatos de aire acondicionado. Si además tenemos en cuenta la actividad que se realiza, centrada en la visualización de pantallas, los problemas relacionados con la sequedad se incrementan, ya que disminuye la frecuencia de parpadeo, el mecanismo que tienen los ojos para renovar la película lagrimal.

Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta una serie de medidas preventivas, como parpadear con frecuencia aunque no se sienta necesidad de hacerlo, evitar la incidencia directa del aire acondicionado en los ojos, utilizar lágrimas artificiales, realizar una adecuada higiene en la zona de los párpados y las pestañas, mantenerse hidratado y consumir antiinflamatorios naturales como el Omega 3, que ayudan a rebajar la inflación palpebral y mejoran la calidad de la lágrima. Si además se es usuario de lentes de contacto, la disminución de la cantidad y calidad de la lágrima va a causar problemas de intolerancia, dado que la lágrima es fundamental mantenerla hidratada, así como lubricar la transición del párpado sobre la lente; por lo que en este caso se deben reforzar al máximo las medidas de prevención. Si a pesar de estas medidas los síntomas de la sequedad ocular persisten, lo recomendable es acudir al especialista, para que realice un correcto diagnóstico del problema y aplique el tratamiento adecuado.