El ojo de surfista

Francisco Gómez-Ulla de Irazazábal DIRECTOR MÉDICO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO GÓMEZ-ULLA CATEDRÁTICO DE OFTALMOLOGÍA

OPINIÓN

MABEL RODRÍGUEZ

29 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez hay una concienciación mayor sobre la importancia de proteger la piel en los meses de verano. Sin embargo no se suele prestar la misma atención al cuidado de los ojos frente a los rayos ultravioletas, y se debería, dado el gran número de enfermedades oculares que se incrementan con la exposición solar como es el caso del pterigium.

El sol y también de alguna manera el viento son, por tanto, los mayores enemigos de esta enfermedad ocular, muy habitual en personas que pasan muchas horas al aire libre. En Estados Unidos se conoce como surfer's eye, ya que los aficionados al surf suelen padecerlo por la gran cantidad de horas que permanecen en el agua, donde la incidencia de los rayos ultravioleta es más intensa. Esta es también la enfermedad de los marineros y de los agricultores, de ahí que no nos sorprenda su alta prevalencia en nuestra comunidad.

Se trata de una enfermedad inflamatoria de la superficie del ojo que si no se consigue tratar a tiempo puede derivar en disminución visual. Se origina por una proliferación fibrosa y degenerativa de la conjuntiva, y se manifiesta como una carnosidad en la parte blanca, normalmente cerca del lagrimal, que llega a invadir la córnea. Sus síntomas van desde un pequeño ardor, ojo rojo o sensación de cuerpo extraño a un dolor moderado, llegando en los casos más avanzados a inducir astigmatismo (haciendo que el paciente necesite llevar gafas) o, en su forma más grave, a la afectación de la visión.

Esta enfermedad ocular provoca, por tanto, que la superficie del ojo se vuelva irregular originando la aparición de ojo seco, ya que la película lagrimal no logra cubrir toda la superficie ocular. De ahí que el tratamiento médico incluya lágrimas artificiales o antiinflamatorios para reducir las molestias y evitar su avance. Se optará por la cirugía para eliminarlo en los casos en los que crece e invade la córnea.

Respecto a si se puede prevenir, y teniendo en cuenta que el ojo no cuenta con mecanismos de defensa como la piel para la exposición a los rayos ultravioletas, la mejor medida será el uso de gafas con un filtro ultravioleta adecuado, así como gorras y sombreros. También puede ayudar el uso de colirios lubricantes para evitar la sequedad. Por tanto, permítanme que insista: no olviden realizar una protección ocular adecuada frente al exceso de exposición a la radiación solar. Es por su salud ocular.