El balompié

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

05 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Impresiona ver cómo las multitudes entregan su tiempo, su dinero, su pasión, incluso su amor, a veces por encima de la familia, a unos jóvenes enérgicos y musculados que se dedican a correr desesperadamente para conseguir meter un objeto esférico (a veces apepinado) en un espacio previamente delimitado y que suele defender un individuo designado para tal fin. Si lo hacen bien, pueden vivir holgadamente de sus correrías. Si lo hacen muy bien, el mundo se postra a sus pies sin condiciones. El fenómeno parece anclado en los cromosomas, no es un sentimiento adquirido. Está relacionado con impulsos como el miedo o la ira. Pero también con los más ancestrales sentimientos de territorialidad, como perro que marca con gotas de orina sus fronteras o leones que desde las lomas vigilan la entrada de intrusos de su misma especie. Son los rescoldos de las guerras de antaño, de las que la invasión de Ucrania parece un anacronismo, un imaginario deja vu. Lo que se vio en París y Madrid recientemente, lo que se ve ahora por los alrededores arenosos de Riazor, es el más gratificante placer de la conquista. En otros tiempos, los ganadores saqueaban los bienes, robaban el ganado, se apropiaban de las mujeres de los vencidos y celebraban bacanales y orgías. Los vencidos colgaban de los árboles, eran empalados o pasaban a ser esclavos de los vencedores. Esperemos que esta vez eso no ocurra. Que para la victoria basta con saltar como colegiales y cantar himnos con letras victoriosas, como, por ejemplo, oé oé oé.