Somos tontos

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

BIEL ALIÑO | EFE

08 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya lo sabíamos. La frase de barra de bar de Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, es solo una confirmación. Somos tontos. El mundo es de los listos y el Lazarillo de Tormes, un aficionado que hubiera pagado la luz a precio de oro en el siglo XXI. Listo tiene distintas acepciones en el diccionario de la RAE. Hay dos muy chuscas. «Que presume de saber o estar enterado de todo». «Hábil para sacar beneficio o ventaja de cualquier situación». Incluso de los que, aunque no sean tontos, están en situación de desventaja. No merece ese adjetivo esa señora mayor que vive sola que ha temblado con las últimas facturas eléctricas, que no entiende ni en la forma ni en el fondo, porque su cocina es de butano y su calefacción es de gasoil. Tampoco habría que dedicárselo a ese jubilado que no se fía de las mil ofertas telefónicas para cambiar de tarifa o de compañía porque se encontró en su día que había unos tipos trajeados y muy simpáticos que te ofrecían mejorar tu contrato siguiendo con la misma empresa y al final te llevaban a otra empresa sin que lo supieras. Ni al que, por la edad y porque la vida no se lo ha permitido, sufre la brecha digital y se ve incapaz de consultar sus dudas y comparar, porque ya nadie lo quiere delante de su mostrador. En un país avanzado, el mundo no puede funcionar bajo la premisa darwinista de que «hay que espabilar».

Sí, somos tontos. Pero por otras razones. Lo que es el colmo es la saña contra los que asumen la mayor parte de la factura para todo. Cuidado. Cuando uno abre la espita del «es que sois tontos», corre el riesgo de que, a la vuelta de la esquina, cuando quiera defender su plaza, con beneficios de miles de millones, le contesten un «es que nos tomas por tontos».