Palmario significa: claro, patente, manifiesto. Así son los ejemplos a los que me voy a referir. Todos ellos tienen que ver con investigaciones en las que se pone en práctica la integración ciencia-tecnología en beneficio de la humanidad.
El primer ejemplo es la actuación simbiótica de ciencia y tecnología para diseñar vacunas, fabricarlas, conservarlas, distribuirlas e inyectarlas masivamente para conseguir inmunizar a una buena parte de la humanidad. Sin esa relación de ciencia-tecnología no sería posible plantar cara al virus SARS-CoV-2 que provoca el covid-19.
El segundo ejemplo ha saltado a los medios de comunicación recientemente. Tres parapléjicos vuelven a caminar un día después de que neurocientíficos suizos les implanten, mediante cirugía, unos electrodos directamente en la médula espinal. En este hecho se da la maravillosa conjunción entre ciencia (el conocimiento de la anatomía, de la relación entre los impulsos nerviosos y los movimientos de los músculos) y tecnología electrónica, que fabrica electrodos adecuados que generen los impulsos eléctricos necesarios para que los músculos respondan adecuadamente a cada situación: andar, nadar.
El tercer ejemplo es el exoesqueleto español con el que las personas con lesiones medulares pueden volver a andar. El dispositivo integra varios sensores capaces de detectar cuándo se quiere dar un paso. Al hacerlo, activa los motores y hace que el usuario se mueva.