Las emisiones de CO2 provocan un incremento del efecto invernadero. Es muy difícil evitarlas porque las combustiones de todo tipo (gasolina, gasoil, gas natural, carbón, leña) emiten CO2 y también lo hacen las respiraciones. Se está prohibiendo el funcionamiento de las centrales térmicas, porque sus combustiones emiten mucho CO2 a la atmósfera. Pese a ello, la térmica de As Pontes ha vuelto a funcionar dada la carestía de la energía eléctrica. Para evitar estas situaciones, el presidente de Iberdrola propone demoler las centrales térmicas.
No entiendo cómo las autoridades no proponen la construcción de centrales nucleares de fisión, que tienen una emisión nula de CO2 y su seguridad garantizada por los actuales sistemas de control. De la cumbre del clima COP-26, clausurada recientemente, no hay ninguna propuesta sobre las centrales nucleares, pero Francia y China han anunciado que aumentarán sus parques. Francia tiene cerca de 60, que aseguran su suministro eléctrico, y todavía le sobra para vender a otras naciones, entre ellas a España. Nuestro país tiene solo siete, que además pretenden desmantelar.
Si se instalan habrá contestación social, pero también la está habiendo por los parques eólicos, tanto terrestres como marítimos.