Diplopía o visión doble

Rosa Arroyo OFTALMÓLOGA DEL CHUF (HOSPITAL UNIVERSITARIO DE FERROL) Y VICESECRETARIA DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE MÉDICOS

OPINIÓN

CESAR QUIAN

11 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La diplopía es una alteración en la percepción de las imágenes en forma de visión doble. Se denomina diplopía monocular cuando es debido a alteraciones en un solo ojo por patología de la retina o del cristalino, y diplopía binocular cuando los ojos no están alineados y las imágenes de cada uno no se fusionan, siendo la causa la afectación de los músculos extraoculares o los nervios que dirigen sus movimientos.

La visión doble se manifiesta en una o en varias posiciones de la mirada; la diplopía en posición primaria (cuando se mira hacia delante) es la más incapacitante, pero hay otras situaciones, como bajar escaleras y lectura, que también condicionan de forma importante las actividades habituales. En general esta condición es muy limitante porque genera una confusión en la percepción del entorno, y requiere un estudio detallado de las causas para poder abordar su tratamiento.

En pacientes jóvenes puede producirse por la descompensación de una foria latente, es decir, los ojos permanecen alineados a costa de un esfuerzo mantenido pero en situaciones de debilidad se produce una desalineación transitoria de los mismos con la consecuente visión doble.

En pacientes mayores, especialmente si hay antecedentes de hipertensión arterial o diabetes, la forma más frecuente es la afectación del recto externo (músculo extraocular que lleva el ojo hacia fuera), afectándose con limitación completa de la motilidad (parálisis) o limitación parcial del movimiento (paresia). Habitualmente estos casos tienen una evolución favorable de forma espontánea en los seis primeros meses.

En otras ocasiones la afectación de los músculos se debe a una enfermedad sistémica y debe realizarse un estudio y tratamiento de la misma (alteraciones tiroideas o miastenia)

Menos frecuente son los cuadros graves con alteración neurológica asociada, que afectan a varios grupos musculares y que requieren un diagnóstico y tratamiento urgente, como la parálisis del tercer par craneal.

Otras causas pueden ser los traumatismos directos o indirectos sobre la órbita, que pueden atrapar al músculo recto inferior y estar restringida la mirada hacia arriba; o afectar al músculo oblicuo mayor, cuya lesión produce limitación para mirar hacia abajo y adentro.

Hay diversos tratamientos, que van desde las oclusiones alternas de ambos ojos (tapar uno y después otro) con carácter temporal hasta la resolución o la estabilización del cuadro clínico, pasando por la prescripción de cristales especiales en las gafas (prismas) y finalmente la cirugía y la infiltración de toxina botulínica en uno o varios músculos.

Algunos pacientes intentan evitar la diplopía y fusionar las imágenes colocando la cabeza en una determinada posición que les permita ver una sola imagen, pero esta situación mantenida (tortícolis compensatoria) puede producir dolores osteomusculares, y por tanto también es una indicación de cirugía.