Cegueras, el 80 % son evitables

Francisco Gómez-Ulla de Irazazábal DIRECTOR MÉDICO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO GÓMEZ-ULLA. CATEDRÁTICO DE OFTALMOLOGÍA

OPINIÓN

14 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La visión tiene un impacto significativo en la salud y bienestar de las personas en todas las etapas de la vida. Así lo reconoce la OMS a través del Informe Mundial sobre la Visión, en el que pone de manifiesto su vínculo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que son un llamamiento universal a la acción para construir un mundo más sano para toda la población y el medio ambiente para el 2030. Hablamos, por tanto, de que la salud ocular es una cuestión tanto de salud como de desarrollo en la que todos contamos.

Ese es justo el desafío para este Día Mundial de la Visión que hoy conmemoramos: que todos cuenten. Para abordar este reto a nivel mundial es importante que cada persona sea consciente de su propia salud ocular, de ahí el lema de este año: ama tus ojos. La sociedad debe tener presente que el 80 % de todas las discapacidades se pueden prevenir, tratar o curar, pero para ello es importante que cada persona se comprometa con su propia salud ocular. Una responsabilidad individual que entendemos que debe ser también compartida haciéndola extensible al entorno más próximo.

Pero si todos contamos, no solo debemos pensar en lo que podemos hacer por nuestra propia salud ocular o la de los que nos rodean, sino que tenemos que concienciar también a los que, en el mundo, no tienen acceso al cuidado de la vista. Es aquí donde entran en juego acciones de sensibilización como el Día Mundial de la Visión, que nos permite a todos los agentes involucrados en oftalmología poner el foco en la defensa de un acceso universal a la salud ocular, porque la cobertura de salud universal no es universal sin una atención visual equitativa y asequible.

Para ello será necesario romper las barreras de acceso a servicios de calidad por su coste, escasez, falta de personal cualificado o de equipamiento especializado. Los avances en telemedicina, la inteligencia artificial o el big data serán grandes aliados para lograrlo. La vigilancia domiciliaria y el autocuidado mediante dispositivos móviles, de los que ya hablé en un artículo anterior (La Voz, 29-03-2021), son herramientas útiles que nos posibilitarán seguir construyendo sobre las bases de la iniciativa Visión 2020 para eliminar las principales causas de ceguera evitable y tratable mediante programas de prevención y tratamiento a nivel internacional.

Es necesaria, por tanto, una acción urgente que nos permita dar respuesta a la creciente necesidad de atención ocular, ya que más de mil millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a estos servicios y casi todos los habitantes del planeta sufrirán un problema visual a lo largo de su vida. Para ello debe considerarse la atención oftalmológica como un servicio esencial dentro de la cobertura sanitaria universal, incluyéndola en los planes estratégicos nacionales de salud y en las políticas de desarrollo, así como en sus estructuras de financiación. Sin olvidar tenerla en cuenta también para la planificación de recursos, ya que actualmente el personal especializado no es suficiente para cubrir las necesidades de la población en muchos países -también en el nuestro-, y como eje estratégico para una acción coordinada que abarque las escuelas, el entorno laboral y el envejecimiento activo saludable. Urge abordarlo como una prioridad.