Un crimen bajo la escotilla

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

29 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Claustrofóbicos, mejor abstenerse. El cóctel de suspense policíaco y ficción de submarinos que los productores de Line of Duty proponen en la miniserie Vigil: conspiración nuclear puede cortar el aliento. La delicada misión encomendada a la detective Amy Silva no es fácilmente asequible. Primero tiene que poner a prueba su fragilidad saltando desde un helicóptero en mitad del océano para caer en la torreta del sumergible nuclear HSM Vigil. Cuando la escotilla se cierra sobre su cabeza, la presión sobre ella no deja de aumentar. En esta derivación subacuática de Asesinato en el Orient Express, sustentada por el sólido aval que otorgan las siglas de la BBC, la investigadora cuenta con apenas unas horas, y un metraje de seis episodios, para resolver un crimen cometido a bordo y que convierte a toda la tripulación en sospechosa. 

La señal de un pesquero en apuros que necesita ayuda urgente es el desencadenante de un tenso enfrentamiento entre un oficial y el capitán del Vigil. Minutos más tarde, uno de los dos estará muerto. La inspectora Silva tiene que aclarar las circunstancias del fallecimiento en un ambiente hostil y de escasa colaboración que la obligará a analizar las dinámicas a bordo, los secretos ocultos y las relaciones entre las personas, mientras su mejor amiga en tierra se dedica a desentrañar un complot todavía mayor.