Simuladores

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

Oscar Vázquez

04 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca pensé que fuera a comprar un champú por Internet. Pero lo hice. Solo lo encontraba en establecimientos especializados y a precios más altos. En apenas dos minutos lo compré desde el teléfono móvil y a estas alturas ya lo tendré en casa. Sin embargo, al terminar la compra me sentía mal, como si hubiera traicionado convicciones muy firmes. La web me facilitó mucho las cosas y a menos coste, pero la comodidad no basta para hacernos felices. Alguien comparaba una tarjeta navideña enviada por correo electrónico con otra entregada por el cartero. Aunque ambas contuvieran el mismo mensaje, probablemente todos preferimos la segunda, porque valoramos la incomodidad que tuvo que soportar quien nos la manda: ir a comprarla, escoger la más adecuada, escribir a mano el texto sin posibilidad de copiar y pegar, franquearla, echarla al correo. Cuando recibimos una felicitación analógica el mensaje llega con las marcas de esas molestias que se ha tomado el remitente.

El exceso de automatización, de comodidad, puede deshumanizarnos. Enfría la vida al privarla de los otros, como si los borrara: en el tarjetón hay más presencia que en el correo electrónico, por mucho que ambos digan lo mismo y que el digital parezca más limpio y hasta más higiénico: más fácil de manipular y no deja residuos. Pero necesitamos residuos: por eso nos gusta el papel de regalo. Añade tanto que para explicarlo basta imaginar su ausencia.

El lunes empiezan las clases en la universidad. Parece que solo serán presenciales las prácticas por grupos. Las teóricas se reducirán a un simulacro: muy cómodo para ellos y muy cómodo para mí, pero solo un simulacro en el que también yo simularé que están.

@pacosanchez