Vacunad a los pobres

Pedro Armas PROFESOR DE LA UDC

OPINIÓN

SIPHIWE SIBEKO

31 ago 2021 . Actualizado a las 09:04 h.

Tal vez sea cierto aquello de «bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos», pero por estos reinos terrenales los pobres son unos parias. La pandemia lo ha puesto más en evidencia. Mientras los países ricos, cuando se aproximan al 70 % con doble pauta de vacunación, empiezan a lanzar globos sonda sobre una tercera dosis o a anticipar la firma de contratos que la garanticen, los países pobres no han vacunado siquiera con una dosis al 2 % de su población. Los diez individuos más ricos del mundo acaparan el 15 % de los dólares; los diez países más ricos del mundo acaparan el 80 % de las vacunas; las cinco multinacionales farmacéuticas principales acaparan el 105 % del negocio.

Los ricos, en vez de redistribuir entre los pobres las vacunas que les sobran, se plantean utilizarlas para dosis de refuerzo, tres o las que hagan falta, aunque no estén justificadas por la epidemiología ni recomendadas por la OMS. A los pobres, las pocas vacunas suministradas mediante mecanismos de solidaridad les llegan tarde y ellos las reparten mal entre los suyos. Por otra parte, no se les deja fabricarlas como genéricos, a pesar de que algunos países tienen capacidad para hacerlo.

Las multinacionales farmacéuticas prefieren continuar vendiendo las vacunas de que disponen como dosis de refuerzo, en vez de invertir en investigación para sacar al mercado vacunas más eficaces contra posibles variantes. Se trata de que los ricos se sientan sobreprotegidos, lo estén o no, mientras los pobres permanecen al albur de los contagios.

Muchos ya descartan la inmunidad de rebaño, entre otras cosas porque el rebaño es único, universal, no nacional. El virus muta de modo aleatorio, aunque es más fácil que mute en un país con pocos vacunados; pero no solo es peligroso en el país donde muta, pues las variantes son cada vez más expansivas. Lo mejor para mí sería que mi tercera dosis fuese la primera dosis de un pobre. Dejaos de negocios y vacunad a los pobres.